martes, 14 de diciembre de 2010

CARTA A MIS FAMILIARES, AMIGOS Y AMIGAS

CARTA A MIS FAMILAIRES Y AMIGOS

NAVIDAD 2010



La primera década del siglo XXI al amanecer del nuevo tiempo,
los pueblos y las mentes de todos los cuadrantes del mundo destinaban sus
pensamientos hacia la paz y de un mundo sin fronteras, libre de males y suma
de esfuerzos para combatir los flagelos de siempre, la pobreza, la
enfermedad, las afrontas a las libertades individuales y colectivas, la
ausencia de solidaridad que castigaba a las poblaciones más angustiadas por
sus problemas y sus dolores diversos, en un mundo que concluía su trajinar
de siglos, más una que terminaba con su lápida de tristeza que sellaba su
fin.



Iniciábamos el siglo XXI, en su alforja cargada de esperanzas
y sueños, proyectos y perspectivas, en el horizonte de cada uno de nosotros
se perfilan anhelos y posibles alcances, sumamos ilusiones y contagiamos
emociones, construimos en cimientos duraderos, queremos el perfil humanizado
del nuevo ser, el advenimiento y alumbramiento de una nueva sociedad que
anhela paz, que anhela brillo en su entorno, que espera realizar sus
ideales, sus devaneos, sus aspiraciones y en ese entorno de deseos llegamos
al fin de la primera década del siglo XXI.



En una nueva geografía me encuentro, en las paginas
amarillentas de mi memoria, añejos recuerdos afloran en mi mente cargadas de
nostalgias, instantes de una infancia rodeada de amor y de multiplicados
afectos, con la figura serena de un austero padre y de una amorosa madre,
que en trajín de alegría preparaban las fantasías del ambiente y las
golosinas propias del jolgorio infantil.



Al comienzo de la segunda década del siglo XXI, entrego a
mis amigos y parientes los anuncios de un nuevo devenir, los augurios se
renovarán, será primavera en nuestras almas, se concretarán anhelos, se
sucederán sentimientos, formularemos nuevos proyectos, alcanzaremos metas
postergadas, tendremos sorpresas felices, sabremos sortear los amargos
licores de algún revés imprevisible e imponderable que nos visiten,
sabremos convivir en diferencias y amar nuestros consensos, que mis amigos y
parientes lleguen felices a sus destinos y logros, que acepten los
nubarrones sabiendo que después vendrán los días de esplendoroso y
acariciante sol, para festejar en un brindis de amor y paz. FELICIDADES por
siempre.-



San José, Costa Rica, Diciembre de 2010

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