lunes, 23 de enero de 2017

MINIMALIZACION

Estamos viviendo uno de los tiempos de mayor perplejidad, de cambios inimaginables, de sorpresas felices e infelices, capaz de exaltar e deprimir, todos es a golpes bajo sin capacidad de defendernos u oponer resistencia, un tiempo que se augura prosperidad y miseria, felicidad y tristeza, de abundancia y pauperismo, todo es misterio que se renueva a cada día, el hoy será pasado en breve, ya nada es permanente todo es transitorio, en ese intrincado mundo nos toca vivir, compartir, si posible sobrevivir, la ciencia amenaza con la propia incertidumbre, el café es hoy nocivo mañana será benéfico, el vino es el que mantiene su divinidad de siglo. En la sociedad japonesa surge un tiempo de euforia con la nueva sensación de contribuir al bienestar colectivo, se recomienda evitar el consumismo, disminuir al máximo la necesidad de adquirir bienes, incentivar la austeridad, recrear una colectividad que el poder económico ya no se manifiesta en acumular fortuna, construir mansiones, establecer la ostentación como la mirada con destino al poder, poder como dominio, ahora es el momento de repensar esta situación que anhelamos por muchas generaciones como símbolo de éxito y realización , la colectividad nipona comienza a negar esos supuestos logros. La sociedad del libre mercado, del neoliberalismo, del socialismo siglo XXI, del fin de las dictaduras, de derecha y de izquierda, de la opresión mental y de la manipulación mediática, estamos en un tiempo de cambio radical en los grupos sociales e individuales, las Universidades cumplen su papel de orientar, guiar, preparar a las generaciones que implementarán la nueva sociedad sin la vocación del consumo, de la violencia para adquirir bienes, estos serán al grado mínimo la riqueza del individuo y del grupo será del espíritu y del bienestar pleno, sin stress, sin complejo, la consigna es obtener lo mínimo para subsistir en cuando a un espacio físico para tener su privacidad, un inmueble de pocas dimensiones, un mobiliario rústico, aparatos electrónicos indispensables para la comunicación con el mundo exterior y la recepción selectiva de informaciones, vestuario simples, prácticos, discretos, cómodos porque la era de las prendas de marcas llegó a su fin y seremos el cortejo de su sepultura y colocar la blanca lápida para la seguridad que no renacerá al tercer día. Existen ya voces contrarias y favorables, somos muchos los que apenas estamos como espectadores del nuevo tiempo, curiosos de los que vaticinan a favor o en contra, ya los intereses están expuestos, cada quien augurando los objetivos a conquistar, el capitalismo en sus distintas modalidades se presenta y ruge, los que fomentan las divinidades del premio eterno a los pobres y el infierno para los ricos están entre los del signo de interrogación y el escepticismo, no se pronuncian porque quieren la seguridad de sus intereses, los innovadores aplauden, los jóvenes como siempre rebeldes y cuestionadores apoyan sin restricciones la nueva orden, en la sociedad que promueve minimizar la adquisición de bienes (o minimizar hechos graves) se integran en un grupo que aumenta y se manifiesta con euforia al movimiento que ya es en gran escala, poseen estilo y características que lo identifican, su aspecto es simple, modesto en el atuendo, sin brillo ni postura, se movilizan con suavidad y armonía poseen un lenguaje sin espavientos, no son ni rudos ni vulgares, son apenas MINIMALISTAS, el futuro le reserva espacio y vitrina para los seguidores que pueden crecer y aumentar o simplemente extinguirse en su propia imagen, evaporarse como un modelo que no tuvo fieles ni templos donde predicar.- Lambaré, Paraguay, 23 de enero de 2017

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