miércoles, 19 de agosto de 2020

PostPandemia

El siglo XXI y en su vigésimo aniversario trae una sorpresa mundial, no se conoce su formato, no se sabe nada del virus que nos llevó a someternos a su antojo, las versiones al respecto son múltiples, son imposibles de estar impávido ante el mal que nos azota, muere el vecino, fallece un pariente distante, no existe información al respecto, el miedo es puntual, actuante, presente, está con nosotros, en el medio de la familia, las personas con edad avanzada son las más vulnerables, los jóvenes lo encaran , hasta si se quiere frontalmente, desobedecen con naturalidad las normas pertinentes, enfrentan las autoridades porque no les permiten hacer su vida normal, existe una campaña estatal poco feliz, porque vemos una realidad diferente y donde la realidad le dice, no es así, este virus hace diferencia entre pobre y acaudalado, el primero no tiene medio para enfrentarlo y muere por los pasillos de hospitales sin la infraestructura necesaria, donde falta insumos, ropas adecuadas, higiene apropiada, médicos asustados ante el peligro que asecha y está a su alrededor el terrible mal sin que el Estado pueda ofrecerle alguna esperanza de que su oficio no está en peligro, pues, los insumos no existen, Los equipos son mal utilizados, faltan especialistas, el tercer mundo está probando sus debilidades y deficiencias por los exiguos presupuestos a el destinado, a cada día se sabe la muerte de los profesionales de blanco, que se encuentran en una lucha desigual en el frente de batallas, la población también no colabora, porque se aglomera, no guarda distancia, lo elemental, no lava las manos pasa las manos por el rostro. La colectividad estatal de cualquier rincón del tercer mundo, sufre su agonía, recurre a los centros médicos y no recibe atención adecuada, la población no está preparada, cree que la pobreza es la culpable. Estaremos formando nuevos hábitos, debe estar informado por ejemplo lo que significa la escolaridad vía internet, en los Estados fuera de la capital el tema es terrible y desfavorable, nadie en las zonas rurales está apto para la escolarización por esta vía, un celular para cada familia cinco miembros, debe tener saldo permanente, el costo de internet y que no tienen acceso , las profesoras no están capacitadas para el ejercicio, debe llevar los materiales de clase elaborados por los padres que saben menos que sus hijos, no saben cómo transmitir las tareas escolares, no comprenden las lecturas, los vocabularios son extraños y la deserción es grande, los padres ya no soportan y retiran a sus hijos de las escuelas, los alimentos ofrecidos en las escuelas ya no existen y era un estímulo para el derecho de tener por lo menos una alimentación diaria. Como ven amables lectores, el drama es terrible creo que la educación a distancia exige primero una formación, una adaptación apropiada de los que harán uso del sistema, hoy en muchos Estados es una calamitosa farsa.- Desde LAMBARE – PARAGUAY , 18 de agosto de 2020.-

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