miércoles, 13 de junio de 2018

El Tiempo

El inicio es el llanto, proviene del tibio vientre materno, así comienza la existencia, sin prisa, sabiendo que era fruto de amor profundo, de amor sin reglas, sin ritos ni ceremonia, de amor y basta. El tiempo sigue su curso y los compromisos se suman, la vida va tomando formas con nuevas y añejas necesidades, los escenarios cambian, las fronteras se descubren, ríos y montañas, el fardo de la vida aumenta en contenido , aparecen caminos accidentados, con pendientes y ondulaciones a descubrir, largas e inmensas avenidas con sueños y realidades que se confunden, llenando las mochilas de nuevas curiosidades y el curso de la existencia ya suman años, décadas agregadas a la ya distante infancia, va creciendo el plumaje y las alas van tomando firmezas, las raíces se internan en la profundidad para fijar las historias y se forman los cimientos para la construcción de un edificio con singulares características, sus paredes se acomodaran y recibirán los golpes y saldrán airosas porque el cimiento es bueno, son principios que soportaran, pues, las paredes puestas son valores y virtudes dibujadas para que puedan enfrentar adversidades, las tormentas de la vida no causarán los daños que podrían surgir. La vida en su transcurso que llamamos tiempo, cobra con creces lo que cada uno realizamos de bien o de mal, vamos cultivando experiencia en el terreno de las oportunidades, la plantación puede tener frutos, puede tener sombras el árbol plantado o puede quedar seco por el camino, el riego es fundamental, verlo crecer es fascinante, los troncos se vuelven macizos las hojas adquieren su propio color, del verde pálido al verde oscuro, a su alrededor florecen el ambiente que prodigas a tu existir, se forman jardines y aromas, o caso contrario, espinas secas y amarillentas, surcos se instalan en el rostro, es marca del tiempo vivido, cuando es huella de dolor y desventuras, los ojos supuestos faroles que alumbran caminos andados y por andar, el mar con su capricho de misterios y ondas será ruta a recorrer, la existencia cuenta su rosario, delata sus ambigüedades , los años maduran el ser, el verdor de años jóvenes es parte de la historia que el tiempo registra sin descuidar las aprovechables, descartar las que son dañinas y toxicas. El tiempo llega en su instante preciso, con rapidez y crea detalles, se hace responsable de proyectos, objetivos, metas, sistemas, disciplinas obedecidas o marginadas, acumular conocimientos y placeres, saber y sabor son iguales, adquirir hábitos buenos y cada quien con la expectativa propia en cada estación sin saber si es la última estancia o el comienzo de un nuevo desafío, los años se suceden caen las nieves en las sienes, el fardo muy pesado encorva, el andar se vuelve lento el retrovisor de la vida muestra el camino andado y la noche se aproxima podrá salir la luna plateada, el refugio esta cerca donde se guarda las historias en las alacenas de recuerdos, de vivencias compartidas, de sueños realizados y fracturados, el tiempo es inexorable es hecho de conocimiento, disciplina y suerte.- Desde LAMBARE – PARAGUAY , 24 de mayo de 2018

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