jueves, 29 de enero de 2015

LOS EVALUADOS SOBRESALIENTES - Mención de Honor

Recibo por casualidad en la mesa de trabajo la copia de un artículo periodístico firmado por Marzha Navarro, donde se hace alusión a los alumnos de evaluaciones elevadas acompañados del infaltable Mención de Honor. Describe la autora con singular claridad de la importancia de la vida escolar de un miembro de la familia, que la matricula se extiende a todos, que el vínculo escolar es para el alumno y sus padres, hermanos que también asumen las responsabilidades que no se restringe solo al estudiante y compromiso de todos en cuanto a enseñanza- aprendizaje, se debe aclarar que la institución escolar no educa, ella se limita a instruir y orientar hacia buenos hábitos, creando un espíritu de solidaridad, compañerismo, lealtad, cortesía y cordialidad, fomentando valores y testimonios de buenas personas. El joven egresado inicia su vida de adulto, saliendo de la adolescencia y comienza la búsqueda de trabajo, el mercado es exigente, cuando el joven en su soledad ofrece su talento y los registros escolares envidiables, repleto de evaluaciones que recomiendan aprobación inmediata, se demuestran por las asignaturas aplicadas que refleja el rigor académico y resultados promisores para un futuro laboral exitoso. La señora Marzha Navarro, sugiere con autoridad que la institución escolar debe conocer la intimidad de los hogares y evaluar la vida familiar del alumno y viceversa por parte de los padres y responsables , allí se tendrá un panorama para el inicio del proceso de aprendizaje y se analizará la vida familiar y los papeles de los protagonistas, padres ausentes, pareja en conflictos, suma de desamores, padres sin autoridad donde reina la indisciplina y el desorden, padres que carecen de comunicación adecuada con los hijos, hijos abandonados a la propia suerte. También tenemos la presencia de profesores particulares en el ámbito del hogar, padres que realizan las tareas escolares y los falsos resultados de tareas sobresalientes. Y después de acompañar el proceso se descubre que el joven sobresaliente y con mención de honor en su hogar es un bruto, con serias ganas de agredir físicamente a los padres, grosero, vulgar, hasta el punto de la perversidad, con la habitación en absoluto desorden, con las ropas por el suelo, sucio y maloliente, carácter y temperamento cargado de odio teniendo como punto culminante la toxicidad familiar y todo a su alrededor es veneno y ponzoña. Sería bueno que el presente tema merezca un análisis de especialistas y un debate con los principales protagonistas de la familia. Desde Asunción – PARAGUAY, 28 de Enero de 2015-

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