lunes, 26 de septiembre de 2011

Y…….EL ESCENARIO CAMBIO

Y……EL ESCENARIO CAMBIO



En este mes de Setiembre una pausa en el período de lluvias en Costa Rica, un radiante sol cubre la geografía de San José, Capital del país, es un fin de semana que comienza espléndido, los árboles se cubren de exquisitos verdes, la plaza bien tratada presenta un excelente escenario para el reposo, sentado observo con detenimiento los deportistas en su tarea, las madres con sus hijos correteando, en fin, un cálido escenario para mis pensamientos que viaja a muchas distancias, vienen a mi memoria un torrencial de ideas y proyectos, el retrovisor de mi vida me muestra otras geografías, otros climas, otra existencia, algunas borrascosas otras de bonanzas, veo rostros que son familiares y de amigos, todos en vivo y nostálgico color.
Ante ese idílico lugar, ocupa un lugar cercano a mí un señor de cabellos blancos, de tez arrugada, ojos algo cansado, desaliñado atuendo, de cutis moreno y estatura mediana, y me pregunto, cuál será su historia, de qué lugar del mundo será, tendrá familia, es solo, de que profesión, no parece indigente ni desocupado, en el cruce de esas divagaciones me pregunta, ¿cómo se llama este lugar? respondo y fue el inicio de una larga plática, curiosidad mía y del extraño compañero, palabras sueltas, primero, luego, una catarata de preguntas y respuestas que se suceden, -dice- soy, gringo, así de simple, -pero de dónde-, California, USA, -habla muy buen español-, mi madre era mexicana de Tijuana, era espalda mojada y se casó con un oficial de migraciones, resolvió su problema, después, el rumbo de los cuatro hijos varones tomaron caminos diferentes de algunos de ellos nada sé, yo aquí, recorriendo Centroamérica, sin saber qué hacer y dónde ir, soy un ex drogadicto, vea señales en mis brazos y los pocos valores que cargo están terminando, no tenga recelo me dice, no tenga miedo, soy apenas un hombre de memorias trágicas, sin destino y con malditas historias, disculpe hace días que no hablo con nadie, es…..desahogo nada más, -prosiga , cuenta, hilvane las ideas y quien sabe surge algún proyecto, cual es su profesión-, soy oficial sastre, manejo la aguja y la tijera a la perfección hasta el día que las drogas me destruyeron, me dejó la familia y este servidor vendió la casa, muebles, me quedé sin historia, crucé fronteras, me abrigaron personas cariñosas por algunos días, el temblor de mis manos no me dejan manejar y trabajar, ahora estoy en la víspera de la indigencia, lo peor, sin los documentos al día, tengo muy poca posibilidad de encontrar algo en este deplorable estado en que me encuentro, me afirma, con vehemencia.
El ambiente ya sin tensión, le concedo algunas orientaciones, algunas muy precisas, por fuerza de mi profesión, que es ser emigrante primero e inmigrante después, es necesario cubrirse y ampararse de mucha legalidad, sin embargo, a esta altura le recomiendo visite su Consulado, presente sus documentos, y los funcionarios le otorgaran toda clase de información y será beneficiado con la repatriación, retornar a su lugar de origen y comenzar una nueva vida, Usted es joven a pesar de los maltratos de la vida que lleva, ¿cuántos años tienes?, y allí la sorpresa, 48 años, del mes de marzo 16 de 1963. Me prometió hacer las gestiones y después me informa de lo sucedido, agradeciendo me dijo, creo que Dios existe, y le respondo solamente AMEN.-

San José, 26 de Setiembre de 2011