FRACTURA INSTITUCIONAL

FRACTURA INSTITUCIONAL




América Latina nuevamente palco de un desagradable y molesto rompimiento de las instituciones republicana en el Ecuador, con una diversidad cultural interesante y ahora presenta un rostro internacional nada auspicioso, en esta época del fin de las dictaduras militares, de las dictaduras corporativas y otros modelos almacenados en la conciencia de todo el continente.
Tan pronto se hizo eco de la noticia se tomaron las medidas cautelares, internas y externas, desconozco a cabalidad las razones de una rebelión de esta naturaleza, ¿existen fehacientes motivos jurídicos y políticos?,al respecto, una organización como la policía ecuatoriana tiene prevista en su estructura la “deliberación”, o es, como en todas del mundo civilizado ser “ NO DELIBERANTE”, ningún medio se manifestó en este sentido, ninguna entrevista ventiló esta situación, sin embargo, si la razón fue una demanda de naturaleza jurídica como un principio general de derecho, del “derecho adquirido ” en este caso, cabe formular las peticiones adecuadas al organismo pertinente, para dar una solución que corresponda por derecho y no en una aventura totalmente fuera del contexto interamericano.

Es lamentable y triste esta situación de la República del Ecuador, tendremos, ante un caso como este, una serie de comportamientos similares en toda la región sino actuamos con celeridad, con racionalidad, sin concesiones ni privilegios políticos.

Los temas laborales y sociales tienen su especifica jurisdicción, no puede excederse ni extralimitarse al punto de ocasionar desnecesarias muertes, bastan las angustias con que vivimos por la presencia inminente de la criminalidad en todo el continente, donde somos rehenes de la delincuencia, cuando la criminalidad supera el accionar de los Estados y la retórica política del combate a la misma no promueve ningún modelo de perspectiva auspiciosa.
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Los foros multinacionales son excelentes escenarios para la discusión del tema en pauta, donde se debe recurrir sin los ánimos de revanchas, de oportunismos obsecuentes, de vacíos y huecos proyectos, es realmente lamentable que aún en América Latina se tenga que discutir temas tan primarios , como el de referencia, dentro del lenguaje jurídico de las Teorías de los Estados, se tiene que fomentar sí la institucionalidad dentro y fuera de los gobiernos, sin el alcance del interés político gubernamental que todo en loda y mancha, dañando sobremanera la propia imagen de cualquier Estado, propio de “país bananero” como se decía en el siglo XX, sin querer hacer alusión a nada ni nadie.
Es patético y triste, que estos motivos lleven generalmente a realizar comentarios de los incidentes de referencia, la cultura de la facilidad política y del encubrimiento de las verdades generan suspicacias, interpretaciones dobles, búsqueda de ventajas proselitistas, que demás esta decir en nada contribuyen para la construcción de una nueva sociedad en nuestro continente.

San José – Costa Rica,4 de octubre de 2010