miércoles, 11 de marzo de 2015
¿EL DERECHO ESTA EN CRISIS?
Encuentro en mi búsqueda a un jurista de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Pablo, Brasil, ADEMIR BUITONI, renombrada figura como Abogado y Mediador en la capital paulista, el tema abordado es la pregunta del título de este material, con curiosidad académica transfiero la pregunta a mis colegas y alumnos, pues, entre el mundo jurídico y la opinión pública existe un lugar común la de formular que el derecho se encuentra en la peor crisis de los últimos tiempos, busquemos las causas y los efectos, se afirma con insistencia que el derecho no acompaña las transformaciones sociales con la misma celeridad necesaria , se dice con vehemencia que el derecho entorpece las actividades económicas, que el Poder Judicial no cumple con su función principal , impartir justicia con la rapidez requerida y la necesidad de los postulantes , quebrantando la expectativa y el interés de las partes, es voz común peticionar su reforma, las ideas se suceden, los modelos de cambios crecen en cantidad y muchos de buen criterio en la proyección, una de ellas es la de normatizar más y más, como si aumentar el número de normas resolviese, afirma Buitoni, consideramos que los dramas sociales, e individuales exigen reformas y más reformas en las instituciones operadoras del derecho y el propio órgano judicial para actualizar su estructura , tornarlo más eficiente por la vía de la informatización y su efecto inmediato aumentar su capacidad técnica y rapidez, así como hacer menos burocrático.
Recordamos que asistimos con interés la doble situación, como reconoce Buitoni, la ilusión del normativismo y el reformismo, generalmente nos limitamos a analizar los efectos y olvidamos las causas de los problemas jurídicos y sociales, los operadores jurídicos del sistema busca la seguridad y la estabilidad en el marco de la sociedad, debemos enfatizar los accesorios que contribuyen en el fenómeno jurídico, “ como la consciencia humana en relación a la educación mental del inconsciente colectivo social, económico, de la ecología social , marginando otros fundamentos como la propia realidad social de este mundo complejo y global” la violencia, la pobreza, la desigualdad, la ausencia de desarrollo económico etc.(1).
Estamos ante un escenario común que nos preocupa, calendarizado desde el siglo XIX, su excesivo formalismo como el dogma del derecho positivo vigente como “la verdad revelada”, aumentando la legislación existente superando el derecho consuetudinario, nacen codificaciones por doquier, las normas aplicadas por autoridad competente no se discute, se acepta, en el citado siglo no se pensaba en cambiar, pues, la piedra angular es el derecho y otorga tranquilidad, estabilidad y su control era posible.
Así llegamos al siglo XXI, época de aumento de la complejidad social, aumenta la distancia entre la realidad, la cultura del pueblo y los valores de la sociedad, prevalece la norma sobre la tradición y las costumbres el derecho es superior, porque interpreta el sistema político-económico en toda su extensión sin una visión de su entorno cambiante donde el Derecho Positivo se presenta como autónomo sin contemplar el mundo circundante.
Estamos, por lo tanto, ante una realidad, el derecho positivo moderno, es formal y racional, la ley escrita es su fuente principal marginando la costumbre y la tradición o cualquier otro fundamento posible, el derecho es un Derecho Estatal, que se caracteriza por su seguridad jurídica, que lo reduce a una crisis casi imposible de controlar por la complejidad social y la aceptación plena bajo la subordinación compulsoria del pueblo a las normas jurídicas.
El Estado mantiene el monopolio de la producción de las leyes y de la jurisdicción, sin embargo no puede poseer el monopolio del ideal de justicia, las partes, dice Buitoni, para el Estado las decisiones podrán ser injustas llevando en consideración que las decisiones judiciales son soberanas, deberán ser obedecida sin discutir y obligatoriamente.
Desde Asunción – Paraguay, 10 de marzo de 2015.-
Fuente: Ademir Buitoni, Universidad de San Pablo – Brasil
Facultad de Derecho – Abogado y Mediador.-
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