martes, 19 de febrero de 2019
Sensualidad Extrema
El siglo XXI, se hace presente y ya completa casi dos décadas, estamos siendo testigos de cambios alucinantes, groseros cambios, extraordinarias descubiertas, sorpresas que estimulan y sorpresas que maldicen, este es el mundo que tenemos en este instante, llegan a mi mente una catarata de pensamientos, que amargan y preocupan, una de ellas es la extrema capacidad de amar en el sentido sensual, el eros en su máxima expresión, la sensualidad disfrazada encubriendo una patología, encontramos en el deporte, en las religiones, en los medios de comunicación, la persona humana está siguiendo el camino de la historia por una sendas oscuras y peligrosas que acechan a cada momento, advertimos a la sociedad que el ser humano está padeciendo de males tan grandes que es casi imposible impedir el mal, estamos desconociendo el propio ser, un ser humano sin corazón para amar, para cultivar valores y nos dejamos superar por el mal y la ruindad.
Todo lo anterior viene a luz por la simple razón de la perversidad existente en medios religiosos, donde miembros y líderes son acusados de abusos sexuales en niños y jóvenes, que los seminarios se constituyen en antro de abusos sexuales, donde reinan las peores manifestaciones de perversidad nociva a sus pupilos, jóvenes ingenuos repletos de sueños y anhelos que se frustraron en su formación y vocación.
El modelo de comportamiento determinado por los medios de comunicación como los únicos válidos para el éxito, nos rige intereses extraños a la superación espiritual, la vida académica olvidó la importancia de los valores éticos, existe una fijación sobre las matemáticas y la ciencia en general, marginando la música y la poesía, cuidar el ambiente personal, familiar, social, laboral, alimentar elementos del espíritu que fortalezcan la amistad y el amor.
Es lamentable y profundamente triste que personas consideradas de prestigio y poder se rebajen al punto de perder la dignidad y el respeto hacia sí mismo y los otros, siendo peor cuando las víctimas son vulnerables e indefensos, es hora que la autoridad pública asuma con seriedad la protección de la sociedad de estos personajes enfermos de ausencia de honorabilidad y respeto al semejante.
En el Brasil se está haciendo un ensayo con la alianza militares/escuelas, los profesores se encargan de enseñar las asignaturas curriculares y los militares la disciplina colectiva, la limpieza del medio ambiente, el respeto y auxilio a los mayores, la estadística muestran con optimismo los buenos resultados de esta alianza, teniendo opositores a la experiencia, pues, afirman que se está formando una generación de civiles militarizados que en el futuro no sería auspicioso.
Debemos volver al estudio de valores deontológicos que permitan la reflexión sobre los valores humanos que dignifican la figura humana en relación directa de la convivencia y el respeto entre los miembros de una sociedad adulta.
Desde LAMBARE – PARAGUAY, 18 de febrero de 2019
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