viernes, 25 de diciembre de 2009

LA EDUCACION DEL EJEMPLO

LA EDUCACION DEL EJEMPLO

Oscar B. LlanesTorres


La inmensa cantidad de niños y adolescentes que pueblan el vasto universo, nos invita a una reflexión, nos detenemos en alguna esquina de cualquier ciudad del mundo, bajo un farol apagado y donde los transeúntes en un ritmo frenético
Se dirigen a sus destinos específicos ignorando a sus semejantes, que devuelven con la misma intensidad la indiferencia que nos reúne en este mundano escenario donde vivimos enclaustrados y distantes uno de otros, conscientes reales y ficticios.

En cualquier sociedad pensante vemos disiparse los valores que un día nos vanagloriábamos en ser portador, hacíamos alardes de las enseñanzas de nuestros antepasados y las virtudes que enarbolábamos como el más precioso tesoro personal y familiar.
Casi de repente los valores ventilados se evaporaron, se diluyeron, nos reímos y burlamos de los que aún pretenden diseñar alguna forma de manifestación moral y ética, pues, se nos ha inducido a no creer más en los mismos, que son posturas obsoletas y anticuadas, hasta fuera del tiempo que nos toca vivir y si por un azar pretendemos resistir a tan nefastos modelos corremos el riesgo de ser apartado como indeseable por el grupo social a que pertenecemos.

En la soberana intimidad de cada uno que nos resta por hacer, tenemos en frente a la familia, los hijos, los parientes cercanos y distantes, los cónyuges en su afán de sobrevivir en la lucha tenaz y cotidiana para sobrellevar las agruras de este tiempo, difícil, competitivo, ingrato, intolerante, no habrá tiempo posible para orientar y guiar a la prole que también se debate en la dura porfía cotidiana de superar desde la primera infancia los obstáculos que la existencia le depara sin piedad e inmisericorde.

La reflexión es que hacemos, convocar a los educadores tomar conciencia de su protagonismo en la formación de las personas, educar es orientar, guiar, dar a luz, nos invade la pregunta, como y cuando iniciamos esta tarea que no se puede postergar la hora y el día es hoy, aquí y ahora, buscando persuadir a la sociedad
Imponiendo su ascendencia natural en el grupo por la vía del ejemplo, del ejemplo sano,
Del cultivo de hábitos de honorabilidad, probidad y transparencia, porque también el ejemplo, puede ser de carácter nocivo, perjudicial al grupo, orientación deformada desfigurando el rostro del entorno social en que vive y se nutre, contaminando el alma con ejemplos que irán carcomiendo su natural pureza espiritual, por tanto, cabe a los Maestros con su autoridad desempeñar realmente con solvencia y honestidad su papel de guía y constructor de una nueva sociedad, y para eso, debemos tener Maestros satisfechos y felices.-

Desde San José, Costa Rica, 15 de diciembre de 2009

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