EDUCACION PROMESA INCUMPLIDA
Con vivo interés recibo un artículo del Señor Polan Lacki, que nos ilustra con mucha solvencia del drama de los educandos del primer y segundo ciclo, las deserciones y las frustraciones de los egresados, recorriendo once años de sus vidas aprendiendo sobre la cultura romana, la invasión de los árabes en España, sobre Bizancio, la cultura China, memorizando páginas y páginas de historia y geografía, de mares y ríos, de guerras y revoluciones, de gramáticas que nadie entiende, de física que se ignora, de matemáticas incomprensibles, de geometrías, de logaritmos, de generales y políticos, algunos de triste memoria y muchos funestos personajes, de trigonometrías y otras ciencias que uno se pregunta para que servirán estas disciplinas para un estudiante de Técnico Agrícola, cuando su necesidad específica es conocer de suelo, de semillas, de climas , tiempos, de químicos buenos y malos para la producción, saber de frutas de la época, en fin estudiar cosas y textos para la vida, con un pensum académico volcado al valor útil de la carrera.
Ante lo expuesto deberíamos, poder público y privado, analizar y crear conciencia de que nuestros futuros técnicos quieren ingresar al mercado de trabajo, pero no tienen el conocimiento adecuado y no sirven para llenar las convocatorias de empleo, pues, su conocimiento filosófico, histórico, literatura general , de lógica y matemática quántica no lo ayudará para nada, solo un vasto conocimiento general para un laboratorio lógico de de cómo procesar informaciones, que de en absoluto le servirá para conseguir el primer empleo.
Ahora, nuestro Técnico Agrícola, por fin consiguió un empleo de ayudante rural, con una nada estimulante remuneración, con Da Vinci y Julio Cesar en el cerebro, se vuelve en poco tiempo un frustrado, un sujeto con el alma revuelta, alguien con terreno abonado para la anarquía y la disolución social, alguien que carga en el espíritu una tristeza por el tiempo perdido.
San José, Costa Rica, 10 de noviembre de 2011
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