sábado, 13 de septiembre de 2014
CARLOS ROBERTO ARTAZA GIL - HOMENAJE A UN ITEÑO INTEGRO
Estaba imaginariamente retornando a la ciudad de Itá, un año cualquiera, un día de calor, por la mañana a temprana hora, cuando veo a Don Armando Artaza, viniendo por el corredor de la familia Ortellado , pasando ya la residencia fastuosa, de dos pisos, de Don Enrique Doldán Ibieta, Don Armando se acerca a la Farmacia de Martin Cárdenas Marín, acompañado de su leal secretario y primo, Isidro Cáceres Marín, sentados cómodamente ocupando el corredor a la espera de clientes que no atendían por la falta de productos específicos, llegaba Don Armando con su tradicional elegancia, guayabera azul, como señal de su tendencia política, pantalón de brin de hilo blanco, zapato marrón lustroso y sombrero panamá blanco, en la mano no en la cabeza, llegaba saludaba, permanecía un tiempo sin sentarse , narraba con la voz ronca y potente las agruras políticas, sus quejas, sus aprehensiones sobre el futuro del país, luego continuaba con su andar pausado, erecto, en la esquina de la tienda de Don Salvador Morga se quedaba un momento, saludaba , habla del clima, de las carencias del pueblo, de los problemas domésticos de vecinos, de política, con Don Salvador nada, era extranjero, español, no corresponde, allí mi papá, Martin LLANES , de la esquina opuesta le saludaba, y con mucha educación Don Armando comentaba los titulares del día del diario La Tribuna, y como señal de preocupación, inquiría, como estaba la Sastrería El Arte de cliente, y continuaba su paseo hasta perderse en la distancia.
Su hijo CARLOS, era más amigo de mi hermano Rubén Antonio, así como otros de la misma generación como Ignacio Santos, Lelio Cáceres Marín, Juancito Gómez, Abrahan Areco Gomez, Benitez el hijo de Don Florio, Heriberto Meza. Julio Yaffar, Comas, hermano de Titina ,los ídolos de futbol Iteño Mycucho, Fernando Arévalo , todos del Olimpia de Itá, en ese ambiente bucólico conocí a Carlos, joven serio, criterioso, de sonrisa larga y fácil, amistoso , siempre solidario y atento con los más jóvenes, su hermana Edita, Profesora de una belleza sin oponente, total y que disfrutábamos de su serena amistad y años después nos visitara en Rio de Janeiro, Brasil, donde pasó unas vacaciones con nosotros .
Carlos , un día se fue de Itá, en silencio sin aviso previo , su destino Buenos Aires a buscar otras oportunidades, satisfacer su inquieto talento, se dedicó en el marco de una editora de un diario de prestigio en la Argentina, sin olvidar su patria pequeña, todos los años venía para las fiestas patronales , visitaba a sus amigos que se fueron volviendo pocos por el decurso del tiempo y por otras circunstancias, ama su ciudad, su origen, su condición de Iteño, su gentilicio traslucía en sus gestos, en sus recomendaciones, con sus atentas advertencias , su amor por Itá lo acompaña y se enorgullece de cada logro de algún Iteño como suyo propio, aplaude con frenético entusiasmo los progresos de la ciudad de Itá, su mapa afectivo con relieves y sinuosidades que el alma registra y la disfruta en su fresca memoria y tengo la satisfacción de compartir con él y exquisitas y sabrosas carcajadas con las anécdotas comunes.
El pequeño registro también a su Mamá sentada en su sillón de mimbre, frente a su casa, la recuerdo con perfección...
Apreciado CARLOS, quiero rendirte homenaje modesto, arrullado en sencillez y calidez de amigos sin tiempo marcado ni visita anunciada, te respetamos, admiramos y distinguimos como un Iteño integro. Felicidades a ti y toda tu familia.-
San José, Costa Rica, 12 de setiempre de 2014
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