martes, 10 de noviembre de 2015
La Religion y El Derecho a la Vida
El 28 de octubre pasado Marcos Aguinis publica en la Nación de Buenos Aires Argentina, el artículo sobre el tema del encabezado de esta materia, envía a quien suscribe el compatriota Carlos Artaza, que consideró importante compartir estas reflexiones, y es deseo del suscrito compartir con los probables lectores.
Es indignante asistir el espectáculo de la glorificación de la muerte, asistir impávidos las imágenes de personas asesinadas, con la excusa de luchar por una causa justa y el respaldo de los considerados libros sagrados, Biblia, Corán, Torah, es repugnante la banalización de la muerte con el amparo de libros sagrados, es si se quiere “un acto de perversión” como afirma Marcos Aguinis.
Para comprender estos comportamientos del culto por la glorificación de los mártires, es necesario comprender y sentir la cultura de los pueblos, la educación manipuladora y alienante de jóvenes llevados a cometer asesinatos de inocentes, sin considerar mujeres, niños o ancianos.
Todos los libros sagrados contienen en sus páginas, en sus ideas, en sus “enseñanzas” innúmeras contradicciones , escritas en distintas épocas, circunstancias y realidades de sus vidas, los autores supuestamente son Profetas, son dictadas con pasión y fanatismo que es su marco común.
La historia registra intensas y múltiples guerras por motivos religiosos, existiendo en forma muy leve y pasajera la idea de paz y coexistencia entre las mismas. En el Corán aparece la práctica del “suicidio” pero afirma también que “nadie puede morir, sino con el permiso de Dios y según el plazo fijado”(3:145), se reafirma esta sentencia con otra frase condenando el martirio:”No os matéis a vosotros mismos”(4:29).
Narra Marcos Aguinis que sobre el final del siglo XI apareció la secta de los “asesinos”, vocablo que proviene de la droga hachis o hashish, palabra árabe que legitimo el vocablo ashashin. Sus integrantes mataban personalidades, dignatarios políticos de cualquier creencia y formación, el orientalista B. LEWIS equipara este grupo por sus métodos y argumentos con los actuales terroristas suicidas.
La guerra santa y su importancia histórica es innegable a la que el martirio es una de sus características , sin embargo, es interesante aclarar que el concepto de terrorismo suicida está ausente en los textos sagrados de todas las creencias.
En la época contemporánea encontramos estas conductas malsanas en Irak, donde el martirio tiene preponderancia, a pesar de que en esa región se cultivó el arte, la ficción y hasta el hedonismo. Asimismo, estas tendencias se acunaron en Irán después 1979 posterior al surgimiento de la teocracia de los ayatollahs, que nos recuerda la entrega de llaves a niños con la promesa de abrir las puertas del paraíso, según Khomeini , realmente eran escudos humanos que antecedían a las tropas que avanzaban. Existen, cuenta Marcos Aguinis, testimonios estremecedores de soldados iraquíes que huywron del campo de batalla ante el espectáculo desgarrados de las masacres cometidos contra los niños, estas mismas posturas se extendieron a la guerra civil libanesa de 1975-90. Luego fueron utilizados estos métodos contra Israel que la respuesta produjera la muerte de los niños –escudo, después condenando la barbarie de Israel.
Estos antecedentes nos lleva a una reflexión, las diferencias de mentalidad entre Oriente y Occidente es una realidad, sin embargo, no es de ninguna manera ética aceptar estos dantescos espectáculos como normales y permisibles por tener origen religioso, no y no. La lucha en pro de la vida, por el desarrollo social y político, en pro de la tolerancia y la sana convivencia entre las sociedades que estimulados por el fanatismo de cualquier tiempo y lugar, no nos permite ser omisos, ciego o la simple indiferencia, por el bien de la humanidad condenemos este modelo de confrontación.-
Desde Asunción – Paraguay, 10 de noviembre de 2015
Fuente: MARCOS AGUINIS, LA NACION, 28/10/2015.-
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