sábado, 5 de noviembre de 2016

Nostalgia

La capital de la República del Paraguay, Asunción, se observa de uno de los puntos elevados, el cerro de Lambaré, todo su esplendor, las sinuosas corrientes de ríos y arroyos, calles repletas de vehículos con un lento andar, cual Roma tiene siete colinas, todas cubiertas de una exuberante vegetación, en una época este emblemático lugar fuera portador de una estatua glorificando al dictador, el pueblo le dio el correspondiente destino, hoy yergue un cacique, moreno y musculoso, abundante cabellera, con una lanza que adorna la figura, en su círculo flores naturales de la patria con aromas de historia y reliquias de la esencia. LAMBARE, es el lugar, es el sitio, es la geografía, es el espacio marcado por el destino para disfrutar la larga y fructífera experiencia vivida como diplomático de carrera, llegan a la memoria en andanadas, en líneas como pájaros de primavera a cumplir el mandamiento de haber vivido con intensidad, con vehemencia sus sueños, que con el tiempo los recuerdos que se asoman y como antiguos retratos se desdibujan, pierden nitidez, cuando los rostros sin vitalidad son cual sombras de pie perdidos en la bruma y sin identificación para convocarlos en el recuerdo. En el retrovisor de la vida se dibujan a lo lejos todas las geografías, los lugares sagrados y profanos, las personas y diferentes matices, mosaicos de idiomas, mosaicos de costumbres, cultos que proclaman la salvación eterna o el que premian los mandamientos, los que indican con seguridad la vida después de la muerte, senderos que tienen huellas de los sueños, de la suma de nostalgias, de eterno ausente en las exequias de la familia. NOSTALGIA, tristeza melancólica originada por el recuerdo de un bien distante o perdido, dice el diccionario de la lengua, fenómeno que se vive con intensidad dependiendo de la magnitud y la vigencia de sus ecos, pasaron cincuenta y tres años para acogerme a la jubilación, siento que fui premiado por la vida y sus designios, conocí de indigentes y potentados, de personas buenas y malas, de geografías cautivantes y otras no tanto, conquisté amigos por doquier, con la alegría de que todos tienen espacio reservado en mi alma, están en el cofre de los recuerdos, vivos, activos, presentes, el tiempo para el que ama y derramó semillas de afectos por el camino no se pierden ni se extinguen, están allí sonriendo y con posturas de espera, con los brazos extendidos y corazones palpitantes de regocijo para el abrazo prolongado y encuentro de espíritus en algarabía, almas con tonsuras de cariño que marcan su presencia y su símbolo con claridad y luminosa presencia. Estas reflexiones las vengo rumiando aquí en el cerro de Lambaré, graciosa colina que permite ser parte de un atardecer típico de plenilunio, luna llena a la noche, desde la altura divisando la solemne zona histórica con sus avenidas y casonas, estilos siglo XIX , frutos de la creación de artistas italianos contratados por los López, Asunción cubierta de arboles con la hermosa tonalidad variada de verde, a los pies del cerro de Lambaré un pintoresco cuadro de diversidad cultural en las construcciones, el rio Paraguay bañan sus costas, una población multicultural, es la hora de fin de clases, uniformes blancos, niños alegres y en traviesa diversidad, jóvenes que llenan las avenidas camino a la Universidad, patios con vacas pastando en serena quietud, medios de transportes repletos de trabajadores regresando a casa, hogar para el descanso, restablecer energías, esperar el momento del amor, intercambio de afectos, cuidados y amores para los hijos, Lambaré en calma con las ansias del mañana será mejor. La nostalgia cumplió su ciclo, la realidad de hoy tendrá su nuevo tiempo, el regreso a casa, al convivio de amigos de siempre, esporádicos encuentros con colegas y revivir anécdotas, risas sonoras, recuerdos de los que ya partieron, el hoy se festeja con júbilo y espera volver a ver a los amigos de todas las geografías en alguna esquina del destino, para ellos como dice el poeta español “no les digo adiós porque se van conmigo” .- Ciudad de Lambaré, 2 de Noviembre de 2016.-

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