miércoles, 24 de abril de 2019
Educación Básica
En una esquina cualquiera de Asunción – Paraguay, esperando para cruzar a la otra vereda, dos señores pareciendo funcionarios públicos por sus desgastados atuendos, conversando acaloradamente y un entusiasmo que generalmente no corresponde al funcionario público en tiempo de crisis, los acompaño como distraídamente y hacen una pausa por la hora y el movimiento, ocupan un banco de madera acomodan sus deformadas siluetas y refleja con más intensidad las calvicies de ambos.
El tema continua siendo los temas que asolan el continente y fuera de él, en la región y emiten un prolongado suspiro uno de ellos, que se llama Don Julio y el otro Don Esteban, los tres, este servidor como acompañante ocasional, es solo asistente del encuentro de los dos amigos, Don Julio y Don Esteban en distraído y acostumbrado encuentro intercambian con profunda reflexión los graves descuidos de las familias y de los gobernantes al postergar los principios y valores de la sociedad, que se las ve debilitada, acongojada por la escasa obediencia a los enunciados éticos que exige la convivencia en la relación interpersonal, repercutiendo estas ausencias en el ejercicio del poder político, originando una nueva clase de individuos corruptos, partidos políticos enlodados, representantes populares sin escrúpulos, origen del mal, afirma Don Julio, con vehemencia, está que los padres ya no tienen autoridad sobre sus dependientes, el hogar es simplemente un lugar, un sitio, un espacio para el reposo, ya no es hogar es simplemente una casa, donde no existe más respeto, disciplina, orden, desapareció la comunicación entre sus miembros, llegan cada uno en silencio, con sus audífonos puestos, pasan entre sus allegados sin intercambiar saludos, la mesa que fuera en otros tiempos punto de reunión y deliberaciones de problemas familiares y encuentro de soluciones a los quebrantos de uno de ellos, donde se intercambiaban novedades, explosivas risas, solidarios en las necesidades personales y hasta circunstancias de vecinos, ya nadie habla con nadie, es allí el origen del mal, asistíamos y escuchábamos en silencio, consensuamos con movimiento de la cabeza afirmativamente, y ahora, dice Don Esteban, cual es la solución como hacemos para que la EDUCACION vuelva al hogar, la autoridad de los padres se restablezca, que la convivencia sea real, saber lo que hace el otro, cuales sus motivaciones, festejar los logros, solidarios en los reveces, es sentirse parte de un universo, intercambiar abrazos familiares, compartir entre los miembros de un hogar con sus responsables, que vuelva la ética y el cuidado en su obediencia, cada quien suma los esfuerzos necesarios para el retorno del respeto en la convivencia de las individualidades, que seamos todos y no cada uno en su mundo egoísta, el valor RESPETO es fundamental, compartir sueños, intercambiar delicadezas, saber escuchar a la figura del ser preponderante en el hogar, las enseñanzas, las experiencias adquiridas y compartidas, gozar de la presencia y singularidad de los miembros, en un ambiente de paz, de serenidad, de valores, de que la disciplina es la escuela inicial del éxito, el conocimiento se adquiere fuera de los recintos del hogar, y las buenas costumbres regresaran, los hogares se fortaleceran y el afecto entre todos será el marco común de una sociedad basada en el RESPETO y la dignidad común será un fenómeno normal en el crecimiento de los niños que serán reflejos de lo aprendido dentro de casa que es allí donde se inicia las buenas costumbres y la casa vuelve a ser hogar. Llega al final la tertulia y cada uno toma el rumbo sabiendo que recibimos mensajes que podemos aprovechar todos.-
Desde LAMBARE – PARAGUAY, 22 de abril de 2019
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