miércoles, 15 de mayo de 2019
Educacion y Esperanza
El tema central de nuestro tiempo es la educación como sinónimo de aprendizaje, información, valores cívicos, derechos y obligaciones, urbanidad, moral y ética, desarrollo pedagógico y otras contribuciones académicas, sabiendo que la educación no es lo aprendido en las escuelas, en estas se enseñan a leer y escribir, de la casa como hogar es de donde traemos los principios y valores que regirán nuestras vidas, la preocupación en los días actuales es cuando en los hogares está ausente la educación por desconocimiento de los padres y la plena ignorancia de los miembros al respecto, cuando cada lector observa en su entorno el lamentable espectáculo de hogares fracturados, el acumulo de madres solteras y padres irresponsables, donde cada quien vive y actúa a su propia merced, sin la capacidad ni el discernimiento adecuado, con fundiendo normalmente pobreza y la precaria educación.
En los hogares marginales, periféricos, la escasa convivencia de los padres con los hijos por las obligaciones laborales hacen que los hijos vivan bajo los falsamente considerados cuidados, donde la televisión y los móviles son los sustitutos comunes de hijos que no articulan palabras, donde la comunicación se realiza por la vía de mensajes de textos, los videos juegos, dibujos animados que es pura violencia, los personajes extraterrestres contra quienes los terráqueos deben utilizar armas sofisticadas para mata, eliminar, los adversarios que pretenden dominar el planeta, conozco niños disfrazados del “hombre araña” y que se lanzan contra las paredes como los personajes en cuestión, en el torno familiar es una gracia, todos se ríen, festejan estas travesuras y quien no piensa igual es un amargado incapaz de encontrar alegría en la creatividad supuesta de estos niños cuyo futuro es la incapacidad de entender las lecciones escolares y vivir aislados sin la mínima condición de intercambiar ideas y disfrutar juegos propios de la edad como los deportes.
Es preocupación de muchas colectividades académicas, profesionales especializados y sus recomendaciones, padres afligidos sin respuestas a sus quebrantos, directivos y profesores de centros educativos que no encuentran fórmulas para resolver el álgebra de la formación inicial.
La esperanza considero es la de comprender los mecanismos en desuso de antiguas experiencias, olvidadas en los armarios escondidos en los sótanos de la casa, volver a las disciplinas, al orden adecuado a las respectivas edades, del respeto a los adultos mayores y la vuelta a la natural jerarquía familiar, en donde se eleva la figura materna como el símbolo de ternura, entrega, donación afectiva diaria y la del hombre como la señal histórica de la superioridad amorosa del padre, que indica con su comportamiento y conducta el camino de una existencia honorable y feliz.-
Desde LAMBARE – PARAGUAY , 15 de mayo de 2019.-
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