El Ser Paraguayo

El ser paraguayo En estos días que antecede a la reflexión de Semana Santa, viene una torrente de pensamientos y dudas nada religioso y si de carácter psicológico social, me preocupa y la lleva como pesada carga, en un complejo de pensamientos me pregunto , indago y la respuesta no me satisface, la pregunta formulada es “que es ser paraguayo”, es sentirse feliz, llenarse de regocijo, llenarse el alma de gloria y sueños, es ganas de superarse o estar quieto en la incertidumbre, desfilan los pensamientos en una inmensa caravana, con gritos de demandas, de aplausos de los manifestantes ante las quejas comunes que derraman en el rostro de la PÁTRIA, que agravian en silencio de una PATRIA huérfana o distante de sus hijos ausentes, los manifestantes en su inquieta postura son de diferentes posturas, culturas, gremios, artesanos o simplemente arreados, que por un par de billetes, dicen, se incorporan al grupo, señoras con descuidadas ropas algunas que denotan el perfil de pobre tristeza, con hijos que exhiben sus huesos sin pudor. Surge del medio de la muchedumbre una mujer con ropas nada de pobre campesina, con los cabellos arreglados para una fiesta, cuando al instante estalla una voz, vibrante, valiente, suelta con el alma en demanda, pero suena a falso, mezcla un rico español con un pulcro guaraní, con gesto agraviante, rostro en desafío, gestos que exigen respuestas ante un público fiel a sus arengas nada democráticas, exige disolver las instituciones que a su criterio no cumplen con sus tareas que no son las de ellas, no soy partidario de la violencia física ni moral, esta señora agresiva en su lenguaje se escuda en su libertad de expresar su opinión libremente en una sociedad democrática, olvidando que el modelo por ella puesta no reconoce ninguna capacidad de opinar libremente , donde el derecho que requiere es vedado y sancionado, hoy ella deja su sitio habitual para realizar arengas sin importarle la ofensa a la Patria dolorida, por la ofensa de sus hijos, con arengas políticas no se educa ni se resuelva nada, sus hijos continuaran sin protección de su madre porque a su vez es padre, regresará a su sitio con las manos vacías y el alma en furia, y la felicidad postergada porque esa no es la misión de madre, que es cuidar, orientar, proteger, instruir, cubrir su cuerpo desnudo, llevarlo a la escuelita aprender las primeras letras y no estar entre los que escuchan griteríos que no entienden y los estómagos vacíos de alimentos, ella regresa con su vanidad satisfecha y el alma en fiesta, que importa el resto, recibió aplausos de los que nada entendieron de sus gritos y su explosión de fanatismo torpe e inútil, este modelo no es el paraguayo que se desea, queremos un PARAGUAY sobrio, laborioso, justo, estudioso, amante de la paz y el respeto en un marco de Estado civilizado.- LAMBARE 31 de marzo de 2023