lunes, 2 de marzo de 2009

DERECHO DIPLOMATICO - CIENCIA Y ARTE

DERECHO DIPLOMATICO – Ciencia y Arte –

Oscar B. Llanes Torres
Diplomático y Profesor Universitario Paraguayo


El tema que nos proponemos tratar nos llena de sobresaltos por su importancia y su abandono, en una hora en que las grandes decisiones políticas y jurídicas del Estado Paraguayo debe proyectarse en la dirección madura, reflexiva, repleta de sensibilidad social, conocimiento específico, institucionalidad plena, un servicio exterior profesional, idóneo, calificado, protegido en su vocación por un orden jurídico estable en un ambiente ético responsable y actualizado.

El Profesor Doctor ALFEREDO MARTINEZ MORENO, de nacionalidad Salvadoreña, ex Canciller, uno de los propulsores y gran defensor de organismos subregionales como el que es muy cercano a sus afectos, el centroamericano, gran luchador del derecho internacional y brillante escritor y pensador, citando Erice, que en la dualidad Arte y Ciencia, la diplomacia no debe olvidar su sentido humano de solidaridad, honorabilidad, probidad así como todas las virtudes y todas las gracias, y agrega Martínez Moreno, que una de las cualidades indispensables para desempeñar eficazmente una gestión diplomática es la HABILIDAD en la buena fe, el TACTO dentro de la honestidad y la FRANQUEZA dentro de la prudencia.

Al analizar el nuevo concepto de diplomacia, de ciencia para conocer sus reglas y arte para descubrir sus misterios, la noción de la misma en la actualidad, en que sus normas dejaron de ser simplemente consuetudinaria, ahora posee como fuente principal las obligatorias convenciones multilaterales, diametralmente opuestas las de siglos pasados. (1).

La actual diplomacia en su afán de un mejor servicio a la República debe tener por objeto el conocimiento acabado , permanente, diversificado de las relaciones jurídicas, políticas y económicas de los otros Estados, así como determinar con precisión sus intereses respectivos, de las tradiciones históricas y de las convenciones celebradas, tener una visión amplia y global de las relaciones financieras y económicas, condicionadas y contempladas en base una aptitud de conocedor de los negocios internacionales, ser capaz de ordenar, dirigir y seguir las negociaciones en pauta, para como CAHIER afirmara, citando a Charles de MARTENS,” es la ciencia de las relaciones y de los intereses respectivos de los Estados o el arte de conciliar los intereses de los pueblos entre si “(2).
Es muy común en nuestro tiempo la confusión de figuras políticas y jurídicas en la esfera internacional como Política Exterior, que se trata de la estrategia del Estado en su relacionamiento exterior; Relaciones Internacionales, que no es otra cosa que la defensa de los intereses nacionales en el ámbito internacional; y la Diplomacia, como el agente apto para ejecutar la política exterior en las relaciones internacionales, y para realizar esa gestión se debe optimizar los recursos humanos hábiles y competentes, conocedor y con profunda convicción vocacional, estar adornado de talento y disposición para emprender la difícil porfía, de estar respaldado por una nación que le ampara y protege, que conoce de su esfuerzo y sensibilidad, de su elevada formación profesional acuñada en constantes riesgos y cultura humanista sobresaliente.

Mucho se habló en el Paraguay de la Carrera Diplomática, generalmente en
forma despectiva, que sin rubor la sociedad y los afectados reciben con franciscana tranquilidad, porque no saben, no les importa, no desean saber y es cosa de los privilegiados, tanto engaño, tanta monstruosidad, tanta carencia intelectual, por una parte y por otra, la brutal , peligrosa, oportunista, desleal improvisación de las difíciles y misteriosas relaciones humanas que conllevan la tarea diplomática en la óptica de la clase política en genera, que opinan sobre estos temas sin la debida información y por la escasa idea que se tiene al respecto, con la creencia de que una buena formación universitaria y conocimiento de idiomas cubren todos los requisitos, sin embargo la realidad es otra, debe tener una sólida formación profesional estructurada dentro de la carrera puntual, es necesario que estas condicionantes se reconozcan y premien por quienes deben de tener celos de las cosas públicas y de los bienes de la patria.

Existen actualmente en el Paraguay tres figuras diplomáticas, algunas nefastas y otras soportables o contingentes, y las que legalmente aman la profesión como “obreros de la Diplomacia”. La primera; es la producida por la clase política y la de los padrinos; la segunda; los que se beneficiaron por la ley o los simplemente escalafonados; y la última; la de los verdaderos diplomáticos de carrera, con trayectoria, que iniciaron una vida funcional desde lo que marca la ley y promovido a las subsecuentes categorías con esmero y estudio, con dedicación y amor, con transparencia y pulcritud, con voluntad y sin titubeos, paso a paso, entregando a la carrera su humor y su salud, con discreta discrepancia y anhelado sueño.

Existe hoy plena posibilidad de fortalecer la Carrera Diplomática, en virtud del nuevo tiempo, de tiempos de esperanzas, del fin del padrinazgo políticos que retrasa el avance de una carrera, es el momento de robustecer
esta misión vocacional, hacerla fácil respetando la ley, obedeciendo las reglas, los ritmos, los tiempos, con rigor y firmeza, que la ley esta para proteger y no para dañar, en ese juicio debemos trabajar todos, la sociedad, el gobierno, los administradores eventuales, los propios diplomáticos deben ser concientes del papel histórico que le corresponde, el destino ofrece esta oportunidad y tiene que cumplirla sin retaceos, sin debilidades, con miradas altivas y orgullosas, no la del pedante y del arrogante sino del que acepta el desafío con humildad serena y comprometido con la patria y su historia, conociendo las singularidades del pueblo a quien se debe y rendirle cuentas a la nación de su admirable determinación.

Es fascinante servir a la patria en este renglón donde se exige múltiples sacrificios, donaciones espirituales constantes, recompensas graciables y encantos por doquier.

En 1823 en la añeja España se reclamaba de la falta de diplomáticos profesionales como en Portugal, citando al Márquez de Pombal, como maestro de generaciones de diplomáticos aptos, suficientes y competentes para las lides internacionales, en Francia Talleyrand dictando reglas para servir a Francia en la Monarquía, en la República y al Imperio, y a todos los sistemas sirvió con ciencia y conciencia.
Muchas señeras figuras tenemos en Paraguay, que hicieron de la Diplomacia apenas un ensayo, apenas un empleo, nunca una carrera, pues, dependían de los vaivenes políticos del tiempo, queremos que esa realidad mude para mejores días, para una carrera en seguridad y protección, con respeto absoluto a las normas vigentes, es fácil y tan patriota, la improvisación por lo tanto es nociva, dañina y funcionalmente ineficiente y casi siempre deshonesta.-

Asunción,”Capital Jurídica del MERCOSUR”, 18 de noviembre de 2008.-













Bibliografía

(1) – (2) – Alfredo Martínez Moreno,
Comentarios sobre Derecho Internacional Público
San Salvador – El Salvador –Junio 1992.-

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