EL DESARME

El escenario en el mundo se está volviendo convulsivo, las tensiones políticas y militares se aproximan, los líderes nacionales y mundiales parecen ignorar la amenaza, latente, constante, insinuante, acosadora, las poblaciones en el vasto universo se sienten perturbadas, no encuentran el refugio adecuado en ningún rincón del planeta, realmente es pavoroso el ambiente que vislumbramos, porque los intereses, sea cual fuera es individual y se somete al criterio de quien la utiliza, realmente el miedo está circulando en el ambiente, los medios de difusión masiva es alarmante su política editorial ya nada nos asombra ni acongoja, ya somos hasta si quiere indiferente a tantos males que consumimos por la vía visual y auditiva. Existen proyectos que se presentan como paliativos a tales amenazas, como controlar la fabricación de armas, emitir normas de persuasión a los fabricantes, la tecnología armamentista se asocia a reducir el número de habitantes del planeta en forma más sofisticada, nacen robot que sustituirán a soldados, realizan actos de servicios militares de altos riesgos, y nosotros los espectadores fascinados nos dejan domesticados e impotentes, se gastan miles de millones de las arcas de los Estados Para adquirir armas porque la orden es sustituir las obsoletas existentes, que se depositan como chatarras para ser transformados en otros utensilios de uso personal. El fabricante de arma no tiene alma, es indiferente al sufrimiento de los pueblos, no le sensibiliza los lisiados que dejan por el mundo, no le duele la orfandad ni la viudez de sus semejantes, el lucro es primero porque ella le proporciona felicidad, le otorga utilidad que es como el mundo mide su desarrollo y su adelanto tecnológico, marginando valores y enterrando principios, es doloroso ver que sacerdotes bendicen armas y se divulgan la asistencia de Dios en los enfrentamientos más comunes que aparezcan en los encuentros más rutinarios de seres humanos ya castigados por la inseguridad y las carencias más diversas. Considero que es hora de que los líderes del mundo y los de cada sitio en particular formulen una política de educación hacia la paz, la fraternidad, cerrar las fabricas de armas y sustituir por tractores, incluir en el lenguaje común palabras que sean barreras contra los elementos tóxicos que abundan y se desarrollan con tanta facilidad en un medio conflictivo y tenso, educar es la prioridad, formular el conocimiento del derecho como instrumento de convivencia ideal, fortalecer la presencia del maestro como símbolo de bienestar y de prestigio, que las remuneraciones de los profesores sean más elevados que la de cualquier otra actividad, premiar la honorabilidad y la decencia, denunciar a los que tienen por instinto la crueldad en sus acciones y la sanción rigurosa de los que agravian la paz social, queremos vivir en paz, reitero, en armonía, crecer sanamente en el seno de un grupo educado , tolerante, respetuoso y sin armas, ni para defender ni matar. San José, Costa Rica, 5 de Junio de 2013