martes, 13 de octubre de 2015
Autonomia Universitaria
La capital de la República del Paraguay, Asunción, vistiendo su ropaje de primavera las calles con aroma de jazmín , las avenidas con árboles de distintos colores, el "tajy", el lapacho - en sus distintas tonalidades, los jóvenes y sus demandas, inquietos, efervescentes, críticos, unidos por una causa común, exigir del gobierno una educación acorde al tiempo; ocupando espacios públicos, vociferando sus inquietudes, rostros juveniles expresivos, aún adolescentes tentando afirmarse en su camino hacia la adultez, vibrantes, contagiantes, es la juventud que deseo para la patria, exigente y proponiendo soluciones, en esta juventud con su alma atrevida, su atuendo revolucionario, su estampa de revuelta y contestataria,
reclama algo legítimo según su visión de la cosa pública, muchas cosas tal vez desconozcan pero con supuesta autoridad afirman y exigen, dando cátedra de gobernabilidad, de libertad responsable, de derechos que no se claudican, y con sus escasas dos décadas dicen que se respete la autonomía universitaria, que es un derecho constitucional de la entidad y que sus integrantes no pueden dejar mancillar por salir a las calles y ocupar espacios; en la prensa que se deleita como nunca con estos jóvenes con el alma en bullicio y la mente lúcida, en orden y en disciplina, la voz en alto volumen nos recuerda que la Universidad Nacional de Asunción(UNA) "NO SE CALLA" y convoca a sus pares unirse, sin influencia política partidaria, nos muestra los lados amargos de figuras que eran reconocidas y hoy salen a luz pública gracias a estos jóvenes, los lodos que cubren sus rostros y no pueden ocultar su vergüenza, traicionaron los principios académicos , que su sabia y su vibración natural, esos personajes señalados por los jóvenes ya están bajo la vigilancia de los órganos judiciales y con medidas restrictivas propias a los imputados , los delincuentes de cuello blanco, pervirtiendo la clase de los docentes y ensuciando la imagen de los maestros.
Una semana de vigilia, rostros y cuerpos cansados y la lucha continua, exigen de los poderes del Estado posiciones, medidas, compromisos, desean que se estampe firmas para sellar compromisos, me encanta los jóvenes que resisten , critican, demandan, pero deben mantener el respeto a la investidura y al adulto, no me agrada la prepotencia y la soberbia, mucho menos los que afirman con autoridad sin tenerla, son jóvenes en la búsqueda de materializar sueños, lo hacen bien y con mucha convicción, manténganse libres y sin ataduras, pues, se corre el riesgo de ser manipulados y eso sería muy triste, porque perderían la esencia del desafío.
En este tiempo vivimos un Paraguay renovado, con rostro joven, con estampa de caballeros inquietos, la sociedad paraguaya aplaude y acompaña las demandas, es señal de renovación y es hora de dejar por siempre las huellas del autoritarismo y de la dictadura que es inamovible del alma de los seguidores del dictador, que se reproduce con tanta facilidad, esta es la hora de extinguir para siempre la ponzoña de la dictadura, el veneno ya cumplió su vil recorrido por las venas de la nación, llegó la hora y hoy se vive un nuevo despertar, pero que sea con respeto mutuo en las diferencias, recordando que la autonomía no es soberanía, que las leyes de la República rigen en toda la extensión de su territorio y ellas se respetan ,se obedecen y se cumplen, nadie puede tener escudo de impunidad.-
Desde Asunción – Paraguay, 11 de octubre de 2015.
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