martes, 15 de diciembre de 2015

Fin de Año - Año Nuevo

Diplomático Profesor Universitario Paraguayo El presente año 2015 llega a su fin, desde enero a diciembre con sorpresas y angustias, con dramas y comedias, días de sol y lluvias intensas, sequias e inundaciones, inicios auspiciosos de proyectos ambiciosos, curvas ascendientes, tropiezos y erguirse ante las adversidades , el año corrió lento, galopante, según la visión personal y colectiva, cada día ocupó su propio espacio, el ciclo del tiempo corre célere, no existe pausa, un ritmo alucinante para el joven inquieto que cada jornada se debe vivir intensamente, los estudios, las tareas, la búsqueda del ascenso social, la inconformidad con su entorno, la exigencia y la complementariedad en el anhelo por lograr, la realidad y la fantasía se mezclan formando un algo imaginario propio del joven en su ansia y disconformidad, el adolescente y el joven adulto que acumula su experiencia y comienzan a rumiar su realidad como la única e infinita. Veo y analizo como docente el universo de mis alumnos, sus rostros lo denuncian y no pueden ocultar la necesidad de descubrir el misterio de la existencia, muchos son víctimas de religiosos fundamentalistas que encuentran en el abstracto un bálsamo para sus indagaciones, sus preguntas sin respuestas, otros se refugian en ídolos digitales, que imitan en su atuendo y conducta, pasando horas ante las pantallas de la computadora o alucinados con la manipulación televisiva que lo hacen seres mediocres y sin iniciativas, son de lo instantáneo y sin proyectos que exijan esfuerzo, determinación, perseverancia, mover el laboratorio lógico y el uso de la racionalidad, es preocupante este tiempo que nos toca vivir, la avenida del curso de la vida la veo estrecha y sin horizonte, vislumbro muros y barreras a cada espacio que deben ultrapasar provocando incertidumbres y frustraciones, cansancios y desánimos, que lo empujan a buscar otras alternativas, algunas peligrosas y dañinas, como vemos la perspectiva de los jóvenes se vuelven estrechas y poco estimulantes, es momento de organizar por la vía del poder público, a los efectos de impedir que sujetos y organismos no gubernamentales se beneficien de las carencias de jóvenes en su búsqueda de encontrar sus objetivos y realizar sus sueños de materializar sus anhelos. El estudiante universitario, de cualquier geografía, le preocupa hasta el pánico la situación social, la perversidad política, la ausencia de valores, la falta de oportunidad y el ejercicio poco recomendable de la influencia de padrinos inescrupulosos para acceder a un lugar público o privado, la disputa intelectual no le entusiasma por la escabrosa presencia de los métodos sucios que enlodan cualquier voluntad esperanzadora y el ambiente se vuelve tóxico y contaminante. La breve reseña diseñada en el curso del año que fenece, encontramos también jóvenes que tienen un ritmo diferente, son dedicados, aman sus tareas, sus labores, reconocen que estudiar con la intención de concretar una vocación acuñada en el alma, que trabaja con alegría porque sabe que así se constituye en un protagonista de su tiempo, que busca estimular a su grupo con ejemplos, que son felices por tener una familia estable, honesta, decente y las ganas de prosperar en un ambiente de descreimiento colectivo y las enormes ganas de encontrar su independencia y construir una existencia digna y honorable como el ejemplo de casa, ese joven es sano, por dentro y por fuera, se siente útil y lucha por evitar la caída en manos de individuos que se acercan con el único propósito de lograr un beneficio oscuro y perjudicar el buen sentido de la vida de este joven luchador, emprendedor, disciplinado, respetuoso, exigente con si mismo y con sus semejantes que hace de cada día como si fuera el último de su existencia. ¿Qué señalamos a la sociedad para el año nuevo?, que evitemos proyectos alucinantes, busquemos lo posible en un marco de la realidad existente, que el esfuerzo vale la pena, que estudiar y trabajar con responsabilidad es recomendable, evitar la presencia de individuos y grupos tóxicos, marginar el fanatismo y mantenerse cuerdo y hacer de la lectura un hábito saludable, crecer espiritualmente no significa refugiarse en creencias que prometen el paraíso y la vida eterna feliz, que los beneficios de una conducta limpia, sana es naturalmente el camino a una existencia prospera y rodeada de afectos de los que se acercan a su medio, y así consolidar cualquier proyecto personal y colectivo, tengamos un nuevo año pleno de logros y consagrar nuestros sueños como una realidad posible, que 2016 traiga en su alforja regalos y halagos para la fiesta del alma.- Desde Asunción – Paraguay 16 de diciembre de 2015

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