miércoles, 13 de abril de 2016
Amores Fracturados
En una cálida tarde de domingo, en displicente paseo en una emblemática calle, Palma, de Asunción, Paraguay, me detengo en una cafetería cercanamente a una mesa que reunía varias señora de mediana edad aproximadamente cincuenta años todas, y ante los rostros de congoja, tensión, preocupación solidaria , la atención se dirige a ellas con distraído interés , el tema sumamente interesante y actual, LA VIOLENCIA FAMILIAR, que se ha vuelto un asunto de la agenda regional, continental y universal, es ya de rutina en los barrios, en las colonias, en las ciudades, en las zonas rurales y urbanas, en las clases con elevados rendimientos y de bajas remuneraciones, en los medios profesionales técnicos y sociales, los medios ya lo tratan con cierto desinterés por haberse convertido en tema de rutina, los medios gráficos le dan al tema el dramatismo con registros fotográficos, mujeres desfiguradas, niños desesperados, vecinos alarmados, el tejido social de nuestro tiempo en el segmento de mujeres, ya no se puede disimular esta realidad continental que nos acosa, nos azota, nos golpea con irritante fuerza,
Los casos ventilados son muy fuertes, con riquezas de detalles, el comportamiento de sus parejas, sea marido o concubino, da lo mismo, ante la mirada y presencia impotente de los hijos y vecinos que prefieren ignorar y entender como ajeno a su entorno , como docente del área de derecho afecta y mucho esta situación que ha convertido en rutina de las mas perversa de nuestro tiempo.
Existe en nuestras colectividades, nacional o internación al, un marco común, las familias fracturadas, aumentan a cada día las madres cabeza de hogar, embarazos juveniles, las influencias tóxicas de las publicidades comerciales que incitan al consumo desmedido, que estimulan , inclusive, las violencia s personales y patrimoniales especialmente, las violencias en los espectáculos públicos y privados, en un sistema educativo institucional relajado, con una disciplina permisiva y poco eficaz, la ausencia de los miembros responsables por la educación y formación en valores muy carente de la presencia activa, oportuna, eficiente, coherente de quienes tienen la responsabilidad social y cultural frente a una situación que se nos está escapando, ya notamos la triste realidad de un descontrol masivo, las instituciones encargadas de sancionar no poseen la operatividad necesaria.enm su lucha contra este flagelo que afecta los grupos mas vulnerables, mujeres y niños, ancianos y desocupados, las mujeres en dependencia financiera de sus parejas, sumando todos esos elementos que nos alarman y confunden la violencia que se encuentra con elevado índice, que aumenta como que contagiado en los medios sociales, existen estudios que proponen remedios y hasta paliativos para erradicar la violencia, exigiendo mayor control de las drogas consideradas lícitas, como el alcohol y otros venenos permitidos o autorizados.
Como ven el cuadro es alarmante, los focos de mayor incidencia son los considerados ocupantes de barrios marginales, que una vez instalados el desempleo, la falta de información y una política pública pertinente, se considera que deberíamos actuar con más celeridad y en forma interinstitucional, aproximar lo público al privado en el afán de no necesariamente erradicar el mal, sino darle un aspecto de prevención y de observación de los síntomas, de los móviles y motivos para disminuir la, incidencia de la violencia contra las mujeres.
Todas las preocupaciones y los proyectos deben ser encarados solidariamente por las autoridades involucradas, nada debe ser encarado en islas burocráticas cuyos resultados son la ineficacia y la ineptitud, así como la inutilidad y el gasto devengado con destino del basurero más cercano.
Todos los Estados miembros actuantes de los Organismos Internacionales, regionales, continentales y universales crearon administraciones muy abultadas administrativamente hablando con elevados costos a los contribuyentes que ansiosamente espera y que las escasas soluciones desaniman, un poder judicial, un poder legislativo y un poder ejecutivo inoperante y distanciados del problema real y concreto, actúan como si ajenos a su mundo y que sucede en otras escalas que no las suyas, es preocupante esta poca sensibilidad ante un tema agobiante, pues, quebranta los cimientos de la sociedad , disminuyendo la fortaleza de la familia.
Desde Asunción, Paraguay, 4 de abril de 2016.-
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