Magnicidio

El título del material de la fecha es MAGNICIDIO, cuya definición es “ muerte violenta contra una personalidad ilustre y de poder”, este trágico episodio se vivió en Haití hace algunas semanas, con el homicidio propiciado por adversarios del fallecido Presidente, Jovenel Moisé. Para conocer mejor el episodio debemos retomar los acontecimientos que anteceden al hecho, como las dudosas elecciones de 2017 – 2018 , cuyos resultados provienen de sucesos de un escenario trágico, el fallecido Presidente acusado de toda clase de sucesos delictuosos y transgresiones políticas, corrupción de variadas connotaciones, en el marco de una sociedad sumida en la pobreza, la ausencia de oportunidades y de trabajo, corrupción galopante en todos los niveles, unas Fuerzas Armadas descontentas por los abusos del fallecido Presidente, la nula posibilidad de algún modelo de desarrollo, la nefasta propagación del desempleo, la triste presencia de una educación sin futuro, aumento del analfabetismo, todo lo anterior coloca este Estado en el primer lugar de un Estado fallido, o sea, un Estado sin rumbo, sin posibilidad, sin gobernabilidad, en un marco de pobreza y sin sustentabilidad. El MAGNICIDIO es el fruto de años de tropiezos políticos, corrupción y anarquía, dictaduras y sin normas jurídicas capaces de controlar o armonizar la convivencia de una población sumida en la pobreza y la ignorancia, es el palco ideal para el terror y el desorden, para el enfrentamiento entre rivales con el mismo perfil en perjuicio de una población sin esperanza, que comenzara en 1804, como el primer Estado a ser independiente en América y del yugo Francés, que no dejara enseñanzas ni valores democráticos, que desde la independencia era gobernado por políticos oportunistas y comerciantes aliados a piratas y toda clase de personajes deshonestos que llevaron al Estado a ser destino de una estadística maléfica y brutalmente triste. Los males del Estado de referencia carecen totalmente de que el orden social, la política constructiva, el ambiente de salud y educación se pudiera fortalecer en una jurisdicción endeble, debilitado hasta su condición de Estado fallido, que se mantiene de negocios turbios, de políticos innombrables, de una población totalmente carente y sin oportunidades que vaticinen una pálida luz en un futuro oscuro y cuyo único horizonte cercano es más pobreza e ignorancia.- Desde –Lambaré, 20-07-2021