martes, 5 de noviembre de 2013

RELACIONES INTERNACIONALES - Alcances y Perspectivas

El escenario mundial es cambiante, antiguas democracias sufren el latigazo de la inconformidad de sus miembros, los colectivos nacionales se están cuestionando y la clase política no responde, no se molesta, se la nota distante e impávida, se la ve como indiferente, existe en los Estados voluntades encontradas, en conflicto real que el observador se preocupa y el analista diseña un nuevo modelo que no se vislumbra con la debida claridad, tenemos ante nosotros un cuadro angustiante y raya a la preocupación sin diagnóstico ni cual terapia utilizar. Esta breve introducción lleva al suscripto a deliberar con el mundo académico este nuevo tiempo, los estudiantes están perplejos porque sus Maestros no responden con la seguridad necesaria y nace un ambiente de cuestiones e incertidumbres que se desdibuja el futuro, la esperanza se torna un débil elemento y se evaporan las ideas, los doctrinadores no aportan nada nuevo, los hombres de derecho se sienten acorralados y con miedo, los politólogos desentrañan teorías y presentan análisis nada convincentes, los economistas se confunden con los financistas, la clase sindical en todas las geografías está inquieta, su rumbo es muy nublado y el camino áspero las demandas son vacías y los logros no satisfacen cada día más distante, el nuevo orden contempla una sociedad donde sus anhelos se diluyen y la clase empresarial rehúsa arriesgarse. La clase académica dedicada a las Relaciones Internacionales se ve acosada por la inseguridad, sus perspectivas no son nada alentadoras, el mercado laboral es disputado y se torna esquivo, cada estudiante de esta carrera se pregunta, que me espera?, es una carrera ideal para este tiempo?, en donde está el camino a correr lleno de encrucijada y dudas, la ciencia política la sustenta en gran parte, la empresa privada la acepta con reticencias, las empresas gubernamentales la ven como entes huecos, entonces vale la oportunidad para explicar a los futuros graduados en esta especialidad. El mercado del servicio diplomático en muchos países son feudos políticos, la clase política la absorbe como propia, cometiendo un grave daño a la nación, pues, no están formados, preparados para una función que desconocen y la ignoran, pero se sienten aptos para ejercerla, quieren creer que son aptos y que poseen el don necesario para ingresar en la esfera diplomática con su alforja repleta de dudas, de miedo, de angustiante incertidumbre, es un campo que le es ajeno, su lenguaje es torpe, su conducta atropellada y la improvisación es cara porque la nación paga y los intereses de los profesionales no encuentran dificultades en la negociación, el costo es elevado y debería existir conciencia al respecto, el país reclama entregar a especialistas los destinos y el fututo de la sociedad, las Relaciones Internacionales en este tiempo es ágil, se tiene herramientas apropiadas, gente estudiosa y dedicada, con profunda vocación de servicio, generalmente jóvenes talentosos que buscan espacio para demostrar su enorme valía. Es el tiempo de la interacción, la vinculación interregional se hace imprescindible, la sociedad está cansada de los discursos retóricos, de las mentiras elaboradas en gabinetes sin alma, es hora de proyectar un esperanzador sentido a las relaciones internacionales, la dinámica del comercio, la disminución de las trabas burocráticas, la negociación de profesionales lúcidos en un vibrante intercambio de intereses, es hora de sustituir la improvisación por gente preparada para ese fin, es un gran favor y obligación que hace el Estado en captar profesionales de elevado nivel y que ponga al servicio de una sociedad que espera de sus gobernantes un desarrollo no solo económico sino humano, que el contribuyente se sienta satisfecho del destino de su aporte, que es impostergable el regreso de la credibilidad en los órganos públicos y privados, que la clase política tenga conciencia de su potencial de servicio y la clase empresarial ejerza sus actividades en paz, en armonía con sus trabajadores, que los conflictos se superen en un marco de real reconocimiento de un orden jurídico serio, capaz, imparcial, con seguridad y estabilidad para todos, recuperar la esperanza es vital, restablecer la fe en los que dirigen los Estados, que el gobierno representa la voluntad de la nación y como tarea común la búsqueda del bienestar general. San José, Costa Rica, 5 de noviembre de 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario