domingo, 24 de noviembre de 2013
UNA LUZ EN EL CAMINO
El presente año ya se lo siente cansado, lento trajinar, encorvado, brazos caídos, es hora de repasar lo sucedido, lo que realizamos y los que se nos fue sin sentir, los logros y los tropiezos, las batallas con victorias sin ganar aún la guerra, la vida sigue su curso en un tiempo infinitamente galopante, es época de internet, todos estamos cerca y a la vez distante, nuestros amigos, parientes, colegas, de repente están aquí al lado casi sintiendo la presencia física,
El 2013 fue un año de sorpresas, del despertar de ciudadanía, de movimientos de las redes sociales en un aluvión de ideas e imágenes, de creatividad y latigazos, de descubiertas de turbias acciones, de conquistas felices, de decisiones importantes, de asumir posiciones, de ir al encuentro de su esperanza anhelada, de correr hacia la meta soñada, de llegar a metas , del surgimiento de conflictos existenciales y el curso de la vida siguiendo su propio ritmo, agitados en algunos casos, lentos en otros, subir montañas y bajar declives, nubes que corren y se despejan en un cielo azul brillante, un sol candente, la llamada , la visita, el envío de mensajes de personas queridas y respetadas, el tiempo sigue su marcha inexorable, la edad aumenta y el cuerpo resiente, se acorta las distancias en una vertiginosa rapidez, sin obstáculos, las barreras las superamos con determinación y confianza.
En pocos días se asoma a la ventana 2014, con su cántico festivo, sus petardos y las ilusiones que se repiten en cuanto a deseos y explosiones, las fantasías de luces multicolores se renovaran en inventivas, los aromas propios de cada región tendrán presentes sus curiosidades y los sabores de la memoria retornan con nitidez que asombra, llegan los rostros de personas que habitan las estrellas y las alforjas de recuerdos se llenan de nostalgias, de pesebres que ya no existen, del patio familiar que solo es memoria y se anida en el alma con claridad y calor, para los paraguayos y los que habitan la tierra guaraní, tiene su esplendor especial, su calor agotador, su frenético ambiente, su aroma de flor de coco que inunda las ciudades y los hogares, del acaudalado y el del no tanto, los trabajadores que llevan para casa su regalo de sueños posibles, los maestros finalizando el año y distribuyendo evaluaciones, para algunos decepcionantes para otros incontrolables alegrías, los hogares de mi patria en el cimiento de tierra roja, donde cultivamos las semillas de un porvenir mejor, de un desarrollo pleno, de la justa distribución de las riquezas que dejan las estanterías y las vidrieras de exposiciones para circulan entre todos, y no, quedar recluida en la tradicional fiambrera de Mamá Nena, (mi madre) donde se ocultaban las delicias de sabores prohibidos en un mágico recuerdo que no se extingue y vive en la familia para las anécdotas de siempre y la gracia habitual en la familia.
En el 2014 deseamos que los anhelos se concreten, que los esfuerzos comunes tengan resultados auspiciosos, que en este túnel de la vida se asome una luz nueva, renovada, clara y fulgurante, que el camino no tenga sobresaltos ni aclives ni declives , que las curvas sinuosas decoren las bellezas de los paisajes, que las montañas en su solemne quietud nos asombre y los mares en su inquieto movimiento de siglos nos sorprenda con mensajes de paz y mucho amor a todos los que transitamos por este valle , ya no de lagrimas sino de sueños cumplidos, de anhelos realizados, que nos reunamos en un coro celestial y universal, con violines y arpas ejecutados por ángeles y entonados por seres humanos que creen y tienen fe en una vida mejor, que las familias se fortalezcan en la unidad, que los políticos piensen y actúen en el marco de la probidad y la decencia, que debe ser común y no una perspectiva apenas, que los gobernantes trabajen con entusiasmo por el bien la de la sociedad que le entregó su destino y que no caigan en la mentira y frustración colectiva, tenemos todos los seres humanos una dosis de divinidad que alimenta nuestro espíritu y nos hace gigante en la propia pequeñez. San Jose , Costa Rica, Navidad y Año Nuevo 2014.-
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Gracias por el mensaje. Lo siento en el alma.
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