martes, 27 de mayo de 2014
"EL FIN DE LAS SOCIEDADES"
El renombrado sociólogo francés, ALAIN TOURAINE, nos ilustra sobre la sociedad de este tiempo, en su último trabajo este pensador de 88 años nos ilumina el camino de la proyección del futuro de la humanidad, siendo uno de los más atentos observadores del devenir de la sociedad, nos habla de las transformaciones del mundo que de sociedad “post- industrial” ha pasado a ser “post-social”, el trabajo de referencia es un alerta sobre las perspectivas de la construcción de una sociedad más ética, menos egoísta, más solidaria, que la sociedad moderna marginó la realidad olvidando el pasado, recomendando “la conducta ética como la única capaz de devolver un sentido al vivir y al actuar colectivo”
Afirma el sociólogo que “la política es hoy una realidad muy degradada”, considero esta afirmación temeraria, no es la actividad política la degradada es la actividad partidaria que está contaminada y hasta siendo un poco más severo, enlodada. Los cambios sentimos desde el inicio de la década del sesenta, cuando la sociedad sintió un vacío en su estructura, sin sentido de contenido las categorías sociales que nos envolvió y contagió como promesa de un futuro solidario , naciendo un criterio de enfrentamiento entre el poder político y la realidad social, dejando como saldo una generación cubierta de miedo y de incertidumbre, el enfrentamiento fue más pasional que fruto de la razón, el pensamiento colectivo de aquel entonces, la generación que se iniciaba en los cuestionamientos de su tiempo veía un Estado prepotente, una Nación sin futuro, la debilidad de las Instituciones tradicionales como la familia, la democracia, las clases sociales emergentes temerosa y angustiada.
Ante la realidad de aquella época una generación nueva nace con nuevas propuestas, nuevos paradigmas donde se observa el sentido de conciencia y responsabilidad, del valor del DERECHO sobre el valor de las leyes que los parlamentarios producían , la reflexión obligatoria nos conducía a los derechos fundamentales, pues, el centro de la sociedad es el Derecho, surge como cuestionador del presente, los “indignados”, afirmamos con Stéphane Hessel que “la sola indignación no basta”, la reflexión es que los derechos, su defensa y su resistencia en muchas partes de la vasta geografía universal ya sentimos, hasta el propio Jefe de la Iglesia Católica, el Papa Francisco , parece insistir y adoptar en su vocabulario la expresión ética, es el derecho de tener derecho, Hannah Arendt , agregó que “los derechos están por encima de las leyes”, que ya el propio Eduardo Couture ya propagaba en la década del cincuenta del siglo XX, en las famosas e históricas polémicas Con el filósofo español Unamuno.
Cuando la sociedad a través del sujeto individual pretenda oponer resistencia a los que ofenden los derechos fundamentales como la libertad, la igualdad de oportunidades, el derecho a la dignidad, que la persona no es mercadería que se pueda vender o comprar, defender los derechos señalados crea lazos sociales muy fuertes, y las aspiraciones de la sociedad como un todo no es una utopía ni retórica, menos, aspiraciones abstractas. Sin sentir mucha esta relación casi imperceptible se hace fuerte y muy solida por la vía de los agentes sociales.
Ante la presencia de la descomposición que anuncia Touraine, la solución es promover la ética social, y surge en este caso según el autor señalado la “contraposición a la ética la política como instrumento tóxico, pues, cree que la política no solamente es degradante sino distorsionada. El carácter noble de la política puede renacer con la presencia firme de la ética”.
San José, Costa Rica, 27 de mayo de 2014
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