martes, 1 de julio de 2014

TAREA DIPLOMATICA

La condición de académico conlleva varios cuestionamientos, indagaciones, dudas que aclarar, seguridad a confirmar por parte de alumnos, los propios colegas y hasta curiosos, es común que pregunten que es ser diplomático y cual la tarea específica, ante esta situación propongo resumir la actividad de una misión diplomática, el ingreso a la carrera, su desarrollo, el largo trajinar, sus beneficios, su precio, su glamour. La carrera diplomática es como se afirma una carrera no un empleo, su ejercicio es fascinante de grata y gran responsabilidad, es vocación, es renuncia, es esfuerzo, es disciplina, es estudio diario, es riqueza espiritual y manejo consciente de las emociones, dominio absoluto de sus reacciones donde debe reinar la templanza, la tolerancia, el buen criterio y la lucidez para interpretar y proponer la satisfacción de los altos intereses nacionales. La carrera se inicia con la visualización de un inmenso horizonte, distante, caminos tortuosos, repletos de sorpresas auspiciosas algunas, otras, que lastiman y hieren, el postulante a la carrera debe tener plena conciencia de la importancia y de la solidez en la formación, el estudio permanente de los temas específicos de su interés, el elevado grado de modestia y sencillez, es servidor y debe entender el alma de sus nacionales, dominio de la lengua originaria y las incorporadas a su conocimiento, cuidar el detalle de su imagen personal, social, familiar como ente público y privado, evitar la egolatría y la vanidad excesiva, es de suma importancia la sencillez y el buen trato, la palabra adecuada , serena, que genere confianza y bienestar en el interlocutor, todos somos honorables por anticipación hasta que se pruebe lo contrario. Existen varias modalidades de diplomáticos, los políticos , que son los que ejercen función diplomática encomendada, por lo tanto la improvisación , es decir están diplomático no son diplomáticos, es un precio muy caro que la nación paga con la entrega a personas descalificadas una función que es arte y ciencia, ciencia para descubrir sus reglas y arte para conocer sus misterios, es tarea de personas idóneas, honorables, transparentes, sin manchas en su historial personal y familiar, donde sobresalen la cordura y la profesionalidad. Otro grupo es aquel que fue beneficiado por la ley, que cuando se promulgó la Ley del Escalafón ocupaba un cargo en el servicio exterior y que logra acceder a la carrera sin otras exigencias que el de una circunstancia favorable, son diplomáticos escalafonados no son de carrera, ahora, a partir de esta situación deberá comprometerse consigo mismo, superarse, estudiar, realizar cursos serios y ser adicto a la lectura profesional, que con el tiempo se irá puliendo y lograr posiciones de elevada relevancia y adquirir un perfil profesional. Contemplemos a seguir al Diplomático de Carrera, ingresando por concurso público de oposición y mérito al rango de tercer secretario, que compromete al funcionario comenzar el largo camino, con el ingrediente de estabilidad, seguridad jurídica en el ejercicio de la profesión, hasta concluir con la jubilación después de pasar por todos los grados y jerarquías que haya accedido por mérito, por solvencia profesional, por buenos servicios reconocidos a su idoneidad y dedicación. Existe un concepto erróneo que el diplomático debe ser un vendedor, tarea esta que no le corresponde, el diplomático es un articulador de escenarios favorables para que los empresarios puedan alcanzar sus objetivos, adquirir nuevos mercados, exhibir sus productos, conquistar y lograr los beneficios de la utilidad, cuando se cumplan estos el diplomático realizó su tarea con la entereza del deber cumplido, por lo tanto , el diplomático no vende, él prepara el adecuado escenario para la realización de buenos negocios para quien compra y quien vende. Es interesante recordar lo que la Convención de Viena de 1961, sobre Relaciones Diplomáticas, que afirma textualmente en su estilo definitorio, incorporado al derecho interno , que contempla en el articulo 3º y respectivos numerales que son; 1) Representar al Estado acreditante ante el Estado receptor; 2) Proteger en el Estado receptor los intereses del Estado acreditante y los de sus nacionales, dentro de los límites permitidos por el Derecho Internacional; 3) Negociar con el Gobierno del Estado receptor; 4) Enterarse por todos los medios lícitos de las condiciones y de la evolución de los acontecimientos en el Estado receptor e informar sobre ello al gobierno del Estado acreditante; 5) Fomentar las relaciones amistosas y desarrollar las relaciones económicas, culturales y científicas entre el Estado acreditante y el Estado receptor; Por lo tanto, no es obligación ni competencia del diplomático la tarea de vender, no está contemplada en la Convención citada y mucho menos en el derecho interno. San José - Costa Rica, 1º de julio de 2014.

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