jueves, 16 de abril de 2015

CUMBRE PRESIDENCIAL

El día 11 de abril del año en curso concluye la VII Cumbre Presidencial del Continente, repitiendo la historia en Panamá, Simón Bolívar convocara la primera Cumbre con luces y fracasos, la idea permanece con la misma intensidad, con esperanza de mejores días para la región, todos los protagonistas son hombres designados por la voluntad popular, dos figuras contradictorias se dieron las manos después de cincuenta años de distancia, Estados Unidos de Norteamérica y Cuba, el añejo régimen de la isla se mantiene restringiendo las libertades, marginando la ilusión de una democracia próxima, la otrora bulliciosa y tropical Habana continua amordazada y un silencio sepulcral, donde la disidencia está ausente y la voz silenciada del pueblo, solo hablan los partidarios del sistema y las expectativas se diluyen a cada día, se espera que con el fin de la dinastía Castro se presente una nueva era de confrontación sana de un dialogo democrático enriquecedor. El Estado anfitrión vistió su mejor gala, luciendo ropaje nuevo, alentador, con visión de futuro ante un maravilloso escenario de naturaleza y trabajo, reciben observadores y ex presidentes, invitados especiales para testimoniar una Cumbre que podría ser un capitulo histórico en las páginas de América de bronce, multirracial , inquieta y naturalmente curiosa, son voces autorizadas que claman por mejores tiempos, de prosperidad y equitativa distribución de la riqueza. El lenguaje de esta Cumbre es exactamente igual a las anteriores, repleta de propuestas, en un monólogo compartido hasta el hartazgo, con críticas, ofensa y agravios a los Estados Unidos en unísono, los del club ideológico, representado por el dictador Maduro, con un texto ultrapasado, provocador, dejando al auditorio adormilado y el cansancio colectivo, el Presidente Norteamericano impávido, con el piloto automático puesto, las retóricas se suceden en inexplicable puntuación de los disertantes, no existe nuevas propuestas, no se diseña una nueva estrategia, nadie señala un nuevo camino que debemos recorrer juntos a pesar de nuestras diferencias, a excepción de Cuiba que espera con cierta resignación nuevos tiempos para la era posterior a la dinastía Castro, el discurso trasnochado, como si el Muro de Berlín continuara, que el cono sur está libre de dictaduras militares. La población del continente americano sin mucha fe, sin mucha esperanza, con marcada indiferencia en relación de las disertaciones cansinas y repetitivas, ausente total de nuevas propuestas, da la impresión de una cumbre de ancianos ideológicos que se niegan a mirar el rostro rejuvenecido del nuevo tiempo, da la impresión que la historia se estancó en determinada época que todos queremos olvidar , el análisis pragmático de los discursos se vuelve aburrido y sin novedad, las mismas quejas, los mismos lamentos, las mismas carencias, los mismos culpables, deberíamos mirar el alma y allí ,quien sabe, encontrar alicientes renovados nuevas ilusiones, nuevas descubiertas para ultrapasados males que se niegan a retirarse y preparar su propia fosa donde soterrar todos los males acumulados en todos los siglos anteriores. La sociedad interamericana anhela protagonismo de desarrollo, pujanza, dinamismo, intensidad, con una educación moderna, constructiva, envolvente que marque con su presencia el escenario del nuevo mundo del conocimiento y la ciencia, con una democracia `participativa, menos electorera y más racional y consciente, con el beneficio de la utilidad distribuida equitativamente y que reine la armonía, el bienestar, la disidencia que dignifica y ennoblece, volver al orgullo natural de pertenecer al moreno continente vigoroso y quien sabe feliz. Desde Asunción- PARAGUAY. 14 de abril de 2015.- ,

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