miércoles, 12 de agosto de 2015

Miedo

Realizo un vistazo por los distintos escenarios del mundo, es aterrador el marco común de la prensa, los medios en general, que deja la sociedad de cualquier rincón del planeta con temor, en zozobra, en pánico, todo causa MIEDO, somos rehenes de la delincuencia promovida por los medios, sea verdadero o falso, vehículo que lleva a los hogares el temor de ejercer cualquier actividad fuera de la misma, en un asombro perturbador con sus ingredientes de pánico individual y colectivo. El MIEDO, dice el diccionario, “perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario, recelo o aprensión que uno tiene de que le suceda cosa contraria a lo que desea”, Estamos asolados por noticias de vandalismo por doquier, los asaltos y muertes son noticiados con gran destaque, no importa el horario, prospera el negocio de la vigilancia privada, las empresas de este rubro ocupa espacios , rentados o no, para dimensionar en grado máximo la necesidad de contratar sus servicios, sus aparatos electrónicos, con la vana ilusión de que tenemos que proteger nuestras familias y nuestro patrimonio, en esta época de pánico y terror permanente, se comete delitos por nimiedades, por motivos de los más inusuales, de los más insólitos motivos para ocasionar daños a la persona física y su patrimonio, adaptamos nuestras vidas en base a los que los delincuentes nos hace llegar con sus acciones a los miembros de la familia y del entorno, es más fácil robar que trabajar honestamente, cumplir horarios, estamos conviviendo , como dice Jurandir Freire Costa, brasileño, el MIEDO SOCIAL, que consiste en el estudio de los efectos sociales que la violencia urbana y la corrupción causa en el imaginario de todas las sociedades del planeta, los profesionales, médicos y psicólogos, hacen alerta sobre las armadillas del pánico, se formula irresponsablemente una cultura de que el Estado no funciona, no ofrece seguridad , en ese ambiente la cultura de la violencia instaurada por los medios de comunicación, que afirman a su vez, que los mismos no crean la violencia solo registran lo sucedido, cabe afirmar que la violencia genera expectativas y proporciona patrones de respuestas, la violencia se ha tornado parte de nuestro cotidiano y eso es asustador, nos impide ejercer nuestras actividades con tranquilidad, se instala la desconfianza en el medio, todos tenemos el aire de delincuente anticipadamente, nadie cree en nosotros, tenemos que probar a cada momento que somos personas de bien, que también no se acepta, que la autoridad debe expedir una Constancia de que nada existe contra el sujeto. El vacío legal es sorprendente, individuos y grupos, dictaminan que es justo y que no es, vemos que los sistemas normativos se han vuelto ineficaces, las leyes perdieron su poder y los medios de coerción son insuficientes , ya nadie teme al peso de la ley, los valores y principios están dilapidados, se buscan para la distracción de la familia películas de violencia, de terror, incentivando el culto de la violencia y burla a la ley, es un desplante total, es un ambiente de inmoralidad y ausencia de valores, que es la base de la instalación en la sociedad condiciones previas para cualquier actitud criminosa, que se llega a justificar y legitimar muchas veces, crece a diario el principio antijurídico de la “justicia por manos propias”. Estamos en un mundo conturbado, perplejo, rodeado por la inseguridad colectiva que nos vende las vigilancias privadas y medios de comunicación que seguramente lucra con los patrocinios que generalmente se oculta, esto se percibe sin tener certeza, sería la razón de la difusión del mal en espacio noble, ocupando el mayor tiempo de un noticiero. Se recomienda a las familias cultivar los valores éticos y morales que podría ser dique contra la avalancha de la violencia y el crimen que inunda nuestras ciudades tan pacata, tan sana, tan serena y afable de antiguamente, fortalecer la creencia en nuestras autoridades de la seguridad pública, dando apoyo a su tarea de combatir de frente el mal, el cáncer social de la violencia que anda de manos dadas con la corrupción. Desde Asunción – Paraguay, 12 de agosto de 2015.-

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