Septiembre de Luz y Sombra

En esta subregión del continente, la zona del MERCOSUR, específicamente el corazón de América, Asunción - Paraguay , se vive un momento de esplendor visual, las calles y avenidas, jardines y plazas, inmuebles públicos y privados, se visten de colores, rosas, lilas, amarillos y blancos, son flores del “tajy”, es el lapacho que alegra salir por la mañana e inundarse de colores, en torno a la casa, pájaros que cantan al amanecer, aroma de jazmines , pequeñitas flores blancas que invaden los sentidos, adultos y niños se dirigen a sus cotidianas tareas, saludan y comentan, “ que rico aroma” y cuantas flores tienen nuestros lapachos (tajy), es un festival de colores, aromas, coros de pájaros, uno que otro perro dormitando en los corredores, amas de casa juntando las flores que cayeron, el distribuidor de diarios en su clásico estilo, cantando en voz alta y saludando con cualquier comentario a la vecindad, este servidor sigue su ritmo en silencio y observando los detalles de este amanecer único, sinfonía de aromas y flores, mosaico incomparable de la naturaleza, Asunción esta de gala, viste su más colorido atuendo, aparece tímidamente el sol para completar el realismo del cuadro, la primavera comienza el 21 del presente mes por estos pagos y toda la población ya se siente involucrada en los festejos, es el mes de la juventud, de competencias deportivas estudiantiles, de bailes y jolgorios por doquier, es cuando los jóvenes se comprometen en amar por toda la vida, el escenario es inigualable, la temperatura es cálida entre los 18 y 28 grados, el intenso calor es en la región occidental del país que llega a los 41 grados en esta fecha a las 05:15• AM , siento que el alma se contagia de tantos colores y nos invita el ambiente a contaminarnos de luz y alegría. Me desplazo hasta las orillas del legendario rio Paraguay, su curso de agua parece quieto, es de un azul cintilante, en el horizonte ya se ve surgir el sol, enorme, rojo intenso, se refleja en el amplio rio una luz que es señal de vida, de trabajo, de sueños, de logros anhelados, para completar el luminoso cuadro algunas embarcaciones artesanales se mueven en un cadencioso ritmo, como que displicente esperando al dueño para la tarea del día, la pesca, el transporte de personas y cargas, turistas pelirrojos en ansiosos movimientos negociando precios al paseo, el rio es fuente de amor y trabajo, de investigación y esparcimiento, de encuentros de románticos amores y algunos ofreciendo ofrendas a imaginarios dioses, es un espectáculo que se registra en el espíritu por siempre, que los paraguayos la trasladamos a cualquier geografía por la vía del recuerdo, de la propia suma de nostalgias y que la conservamos en un cofre de las memorias gratas de la existencia. Así va pasando este primer día de setiembre, declinando su vigor de la madrugada para ir vistiendo el negro ropaje de la noche, aparece el cielo repleto de estrellas, una luna en un enorme círculo emitiendo su luz para el deleite de poetas y enamorados, un intenso tránsito cubre el asfalto que nos hace olvidar el festival de luces que nos rodea, la oscuridad se vuelve sombra, es hora de llegar al hogar, descansar el cuerpo y cubrir el alma con el perfume de jazmín que permanece total durante todo el día, suave brisa invade el territorio familiar , adultos en tertulias de alegres comentarios, una música distante nos recuerda que la noche está en pañales y desde luego no falta pretexto para la reunión con amigos, colegas, familiares, el día cumplió su ciclo de rutinas, la cotidianeidad marca su espacio y tiempo. En la placidez del instante recupero los registros de la memoria de los pasos por el mundo, conocí de otras geografías, conocí personas buenas y malas, interesantes e indiferentes, de un mundo cambiante y fascinante, personas iguales a nosotros en sueños y expectativas, con realidades políticas similares, con clases políticas censurables y algunos que son verdaderas suerte conocer, los jóvenes en la búsqueda de sus aspiraciones, de alcanzar sueños, los jóvenes se parecen todos, con sus perfiles calcados y marcados como huellas, llamaron la atención las señales emitidas por la vía del tatuaje, algunos lugares sorprendieron por el respeto a las instituciones, el cuidado a los niños y ancianos, y o sorpresa mayor!!!, que pagaban los impuestos como obligación con la patria y la solidaridad con sus semejantes, realmente se guardan anécdotas impresionantes de la respetuosas convivencias y de interactivas realidades sociales que asombran y enseñan. También guardo estas últimas líneas sobre el mes de setiembre, que en su marco de colores y de múltiples alegrías, un espacio de recuerdos, de memorias imborrables, que cuando fijo la visión hacia el cielo aparecen nuevas estrellas de los nuevos habitantes en ese inmenso infinito, conectado al alma por el amor que no se extingue. Desde Asunción, Paraguay,1º de setiembre de 2015