jueves, 23 de junio de 2016
Esquina de Los Recuerdos
REVISTA DIGITAL “CAMBIO POLITICO”
PAREHARA ESQUINA DE LOS RECUERDOS
Oscar B. LLanes Torres
Diplomático y Profesor Universitario Paraguayo
Llegando a Itá – Paraguay, entrar en la calle que lleva al centro de la ciudad, a pocas cuadras ya estamos en la plaza principal, con su mercado municipal, una antigua construcción, a la mañana temprano repleta de mujeres ofreciendo productos de la granja más cercana, verduras frescas, descanso de troperos en la vereda principal del mercado, graciosas damas inventando historias, haciendo chistes sobre sus principales “victimas” los hombres.
La plaza un cuadrado perfecto con la murallita a su alrededor, una pasarela donde las señoritas desfilaban sus encantos bajo la mirada de apuestos caballeros, a lo lejos el eco del “servicio de altavoces – Golondrina” de Papi Paredes emitiendo las primeras noticias, avisos escolares, fúnebres, deportivos, con lindas músicas nativas a pedido del público, mensajes de optimismo de la Intendencia a los pobladores, una que otra demanda de la ciudadanía que nadie hace caso y por lo tanto el poder público distante a los reclamos.
Precisamente en este momento, tengo en la mente el retrato bien claro de la esquina de la casa paterna, mi casa, mi hogar, mi mundo, con el corredor y sus columnas simétricamente construidas, con un techo que descansa en su erguida historia, una ventana con rejas de hierro, plantas de “obenias” al frente, con doble utilidad, sujetar a los caballos y dar sombra al forastero, intenso movimiento de personas, animales portando cárgaras llenas de productos agricolas, compradores ávidos de mercaderías frescas, los vecinos que se aproximan y la fiel memoria ve a todos con nitidez, las damas llegan a la puerta de la “Sastrería El Arte” de Martin LLanes, a quien se lo ve de pie cortando los tejidos y mi mamá Nena Torres de LLanes conversando con las vecinas en explosivas carcajadas y el tradicional “mate” en la mano, todas según ella sus comadres, claro, el ejercito de ahijados curiosos, con prisa `para llegar a la Escuela Costa Rica, Nº 89 con sus albos guardapolvos. La gente que se queda, saluda, algunos con mas efusividad que otros, veo a Doña Rosita con su canasta ya bien nutrida de verduras, su hijo Babucho, hoy Doctor Carlos Alberto Cárdenas Martí, vive en Dallas Texas, médico y amigo de infancia, le rindo mi homenaje y el afecto de todos, un poco atrás veo a Doña Carmen, con sus ropas coloridas y siempre alegre y contenta, haciendo chistes subido de tono a mi padre y con el permiso de mamá, Doña China, caminando lentamente acomodando su figura y su atuendo, llegaba al mercado, tenía un puesto de venta de carne y derivados, sus hijas nuestras Profesoras en la Escuela Costa Rica, KiKa, Tetela, con suavidad se aproximaba Doña Isabel, la cercana vecina y su laborioso marido el que fabricaba monturas, Don Gualberto Benítez, en la otra esquina Doña Prudenciana saludaba con discreción y Don Eusebio, fabricantes de los ricos y sabrosos panificados de largo consumo en el pueblo, su hijo Pedro llevaba a la Escuela citada el famoso “pan cañón”, también cruzaba la calle para hablar de futbol con Papá Martin LLanes, Don Luis Olmedo, fue ex jugador del Cerro Porteño , los comentarios brioso y agresivo zaguero central, afirmaban, su discreta esposa, Doña Luisa, cargada de cuadernos se dirigía a la Escuela era Profesora, dicen exigente y sin concesiones. La vecina Doña Beba y Don Ismael Chansin, construyeron un núcleo familiar ejemplar, su hijo Ale el retrato del Abuelo Don Ale, comerciante Árabe instalado en el Mercado, es extraordinario el parecido, el físico, el rostro, la figura toda solo falta su principal distinción usaba coloridos tirantes que le diseñaba su frágil figura, también veo a Don Salvador Mir toda su familia a su alrededor, en su sillón de mimbre, y al frente Don Orihuela, gordo, inmenso y su simpática esposa Doña María , apoyada siempre en su hija Chiquita, bella e inaccesible. Se nota la figura de los hermanos Morga, Don Salvador y Don Lázaro, en franca y alegre tertulias con sus diarios visitantes, los árabes y españoles del pueblo, y el más bullicioso Don Manucho y “su zapatilla”, siempre hablando de la figura dictatorial del Presidente Franco y lamentaba la suerte de España, las diatribas contra Franco eran plenas. Veo titubeante en su andar al Árabe, sujetándose por la pared al rubio Don Luis Maluje, comerciante Árabe y abuelo de mi amigo , Rubén(pibe) Martinez Maluje, médico que desconozco su destino, también pasa a grito Don Federico Doldan, quien me dedicaba su afecto juguetón, me distinguía llamando desde pequeño de Maestro “Hu”(negro)por la piel morena que señalaba era muy notoria, y la ternura de Doña Deolinda que siempre tenía un regalito al pasar por la casa.
Llega el instante que se evapora mis recuerdos, llevo las mochilas cargadas de nostalgias y queda como una sombra los fantasmas de mi memoria.
Desde Asunción, Paraguay, 23 de junio de 2016.-
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario