martes, 13 de septiembre de 2016
En La Republica de Los Guaranies, La Familia
El casamiento base de la familia en cualquier sociedad, vínculo afectivo que el derecho reconoce, la protege con singular atención, se constituye en la pieza fundamental de todo sistema social y en el estandarte de todo un esquema moral y cultural de una nación. Es el más importante y la más poderosa de las instituciones del derecho privado de todos los pueblos, porque establece la sociedad conyugal, formula origen legal a las relaciones de familia y organiza la solidificación de la familia legítima.
El casamiento es el elemento básico y representa el origen de la sociedad, desde las más primitivas a las que actualmente hacemos parte, el objeto del presente trabajo es traer a consideración de los estudiosos de nuestros tiempo lo que fue la sociedad política, moral, familiar y cultural de los guaraníes, en esta época de encuentro de dos culturas, colonización, evangelización, catequización, sometimiento, esclavitud, 500 años del descubrimiento de este continente (1492)-1992), la llegada de los colonizadores, para sorpresa de los mismos, encontraron una civilización humanista, solidaria, políticamente organizada, desprendida de egoísmo, amante de las artes y las ciencias, con un sentido religioso eminentemente práctico, donde se conjugan perfectamente lo divino con lo profano, y en este ambiente de exuberante vegetación, de inimaginable riqueza y diversidad de faunas descubren la impar REPÚBLICA DE LOS GARANÍES, con una estructura social, política y familiar sorprendente, que iremos conociendo en las próximas páginas, se hace necesario por la incesante búsqueda de comprender las grandes transformaciones que sufrieron nuestras sociedades, para bien o para mal, hasta llegar a nuestros días de mutaciones completas de los conceptos de familia, de la deteriorada imagen de la institución del casamiento de la desvalorización y/o devaluación de los principios éticos, en el seno de la comunidad familiar, aún se sufre las mutilaciones psíquicas, somos lisiados emocionales, es ultraje del espíritu que se conservará por milenios, trasmitidas de generación a generación, herencia maldita que pisotearon nuestros descubridores, el imponer una cultura y una civilización que derribaron, donde penetraron ultrajando, bajo el pretexto de cristianizar destruyeron, lo mejor, casi aniquilaron, porque en el PARAGUAY se conservó el rasgo principal de una nación que no se dejó esclavizar, que no se dejó domesticar, que aprovechó lo sano y útil, conservó la lengua, su medio poderoso de comunicación grupal, el GUARANI, guarda hasta hoy su belleza de idioma nacional, de idioma de profunda raíz familiar, de idioma de los afectos de todos los paraguayos, de idioma de sensibilidad musical y poética, del idioma del humor inocente e ingenuo, es el idioma del alma, pues los guaraníes no rindieron culto ni se preocuparon con las faraónicas construcciones, ni con gigantescas catedrales, el reducto de su civilización está en el alma, su grandeza el espíritu, su DIOS (TUPA), el sol y la luna (cuarajhy . yacy), el cimiento donde se construyó la RAPÚBLICA DE LOS GUARANÍES es el AMOR.
ORGANIZACIÓN POLITICA
El Estado indio respondía a las exigencias democráticas más modernas, pues, lejos de formar una masa de oprimidos por funcionarios poderosos, los guaraníes no mermaban su libertad sino en la medida en que el interés general lo exigía, en la República, el dirigente indígena libremente escogido era apenas un órgano de la prosperidad pública, privado de preocupaciones egoístas. Para comprender la sociedad guaraní su núcleo originario, debemos observar la democracia nativa, bajo la óptica formal, menos avanzadas que las actuales naturalmente, sin embargo era más real que las democracias burguesas y colonizadoras, cuando la explotación del hombre por el hombre se hizo ideología, se hizo casi religión, los guaraníes gozaban de la democracia participativa, igualitaria ante la sabiduría y la creencia, su única ley, la tradición ancestral, su composición y forma de la democracia económica.
El cacicazgo, élite hereditaria, una especie de pequeña nobleza de carácter decorativo.
Los caciques, como los descendientes de familias aristocráticas de nuestra sociedad, tenían acceso a funciones públicas con los motivos similares a los demás componentes de la tribu, esto es, según sus capacidades.
El filósofo RAYNAL, afirma sobre el sistema político de los guaraníes las siguientes verdades, “Un gobierno en que nadie está ocioso, en que nadie está sujeto a exceso de trabajo, en que alimento es abundante, igual para todos los que componen la tribu, que son cómodamente alojados y cómodamente vestidos, en que los viejos, las viudas, los huérfanos, os enfermos, tienen socorros que se desconocían en todos los rincones del mundo, en que la gente de casa por selección efectiva, sin interés, en que la multitud de niños es una alegría sin ser un pesado encargo, en que nadie estimula pasiones artificiales, ni contraria a las pasiones establecidas por la naturaleza y la razón, donde se disfruta de las ventajas del intercambio comercial primitivo, el del trueque en su más justa dimensión, sin estar expuesto al contagio de los vicios ocasionados por la idea del lujo, donde los almacenes en franca abundancia, los socorros gratuitos entre las tribus movidas por la fraternidad de una sola creencia, son un recurso asegurado contra la penuria, donde la venganza pública jamás estuvo en la triste necesidad de condenar un único delincuente a la muerte… ahí tenemos el suave imperio de la opinión, tal vez lo único que es permitido a los hombres ejerzan sobre otros hombres, porque hace felices a los pueblos que a ella se entregan. Tal es, sin duda, la civilización que encontraron los colonizadores, que no se perdió, por la fuerza del idioma que se conserva hasta hoy y por la homogeneidad de su creencia”.
VIDA FAMILIAR
Existen investigadores que trajeron a discusión la vida familiar de los guaraníes originariamente, afirmando que era imposible en virtud del sistema económico y social, que llamaron REPÚBLICA DE LOS GUARANÍES, cuya base sólida era la vida comunitaria de los mismos, cuentan que en su más primitiva formación los guaraníes vivían en galpones colectivos de una sola pieza, sin separación, en grupos de familias de hasta doscientas personas, la promiscuidad era completa, dicen, además, los caciques practicaban la poligamia y poseían hasta veinte o treinta mujeres, que podían sin justificar, abandonarlas, los caciques tenían derecho de exigir las hijas de otros caciques. Sin embargo, al respecto de la promiscuidad aludida, existen trabajos dejados por los Jesuitas Cardiel, de MORIBUS GARANIORUM, Cap. VI), donde con propiedad y seriedad se informa de la vida familiar de los guaraníes, ellos encontraron morada particular para cada familia, eran “OGA” casa, no se conocía la ventilada poligamia, sin embargo con la catequización y la respectiva evangelización se ratifica la monogamia cristiana, la mejor observada a través de los tiempos, en cualquier parte, se asegura, simultáneamente la valoración igualitaria de la mujer con el hombre, convivieron en un ambiente familiar estable y feliz.
El régimen económico y social, lejos de destruir la familia, se ofrecía las mejores condiciones de salud, bienestar y unión.
La jornada de trabajo no era superior a las ocho horas, se cree eran seis, dejando un tiempo libre para la vida familiar, al mediodía y durante todo el día de los jueves, domingos y las fechas festivas que se regían por el ciclo de la luna.
El verdadero cimiento del hogar (oga) era EL AMOR, y no el patrimonio personal, ya que esto no existía, todos los bienes pertenecían a la comunidad, a excepción del restringido mundo particular de la familia cuyo jefe el MBORUVICHA ROGA (Jefe del Hogar).
Se tiene información de un Reglamento de 1689, donde los Jesuitas institucionalizaban algunos principios eugénicos y tradiciones morales ya sólidas en los guaraníes, por el cual estaban prohibidos los casamientos a los doce y catorce años, los incapaces eran excluidos del casamiento.
La persona del novio o de la novia no estaban subordinados al dote, herencia, posición y situación social, hábitos de la tradición judío-cristiana. En estas regiones, los jóvenes estaban aptos para el casamiento (unión), eran incentivados por los mayores a realizarlos a los quince años y máximo diez y ocho, las niñas entre los catorce y diez y seis años, el Padre Jesuita SEPP (Anton. S. J. Reisebeschreibung… un kurzer Ver Bericht der dekwurdigsten Sachen, etc., NUREMBERG, 1697), cuenta que, con gracia muy especial las jóvenes señoritas tomaban la iniciativa en la demostración de afectos. En YAPEYU, la costumbre de los indígenas consistía que cuando la joven se sentía atraída hacia el joven, ella se dirigía al cacique para obtener apoyo a sus pretensiones, el cacique convocaba al joven y preguntaba “¿Estás contento?” si respondía “a nei” (si), la unión quedaba virtualmente concluida, si la respuesta era un “NAJHANIRI” (no quiero) al instante el proyecto se desvanecía.
En verdad, esas diligencias, ritos todos, hacían parte del solemne ceremonial para consagrar los sentimientos confesados y jurados. El cacique convocaba a los novios por separado, para certificarse de que ambos procedían libremente, sin presión de los padres o algún MBORUVICHA (Jefe). Siempre surgían casos en que el interesado declaraba que lo impelían al noviazgo, pero no era de su gusto la celebración, el cacique otorgaba su protección, al novio contrariado, a la novia coaccionada, contra los eventuales disgustos o amenazas (Cardiel, BREVE RELACIÓN, Cap. VII, n. 53).
Se observa que las costumbres y tradiciones matrimoniales eran particularmente simples, razonables y respetuosos de la libertad de las personas, en una época en que en Europa reinaba la tiranía paterna de los modelos judíos-cristianos.
La comunidad como un todo preparaba el banquete de boda. Las familias por su parte, ofrecían lo que d mejor tenía. Todo se realizaba en un ambiente de profunda dignidad. El Padre CARDIEL cuenta que con dificultad pudo contener las lágrimas al asistir a una ceremonia de esa naturaleza, observando “la modestia y la seriedad de los invitados”, la atmósfera era un júbilo, extraordinariamente agradable, ordenada y cariñosa. Los novios recibían del cacique y de la tribu regalos simbólicos, recuerdos afectuosos, un machete, un cuchillo, varios metros de tejidos de aho-poi (tejidos finos) y ÑANDUTI (tela de araña). Mantel muy elegante y delicado, un poco de sal, uno o dos panes y miel. La novia llevaba al nuevo hogar un cántaro, una red y algún u otro utensilio.
Cuenta un testigo que el amor de los padres guaraníes por sus hijos pequeños o grandes, era inmenso “casi excesivo”, así siendo los dos jóvenes esposos residían por un tiempo razonable, dos años mas o menos, en común con los padres, para preservar la unión y evitar una posible separación. Los niños eran fuente de las mejores alegrías de la vida consideraban pesado fardo, pues, la comunidad repartía los recursos entre las familias, según el número de sus miembros. En el hogar la base es el amor, alimentaba el amor, según las leyes de la naturaleza, en la fecundidad feliz, al abrigo de los cálculos y de los problemas inescrutables de conciencia, de alojamiento y de sobrevivencia. La adolescencia no se transformaba en contribución laboral para la explotación paterna; después de la muerte de los padres, los hermanos y hermanas continuaban unidos por una amistad intacta, ignorando la frialdad instalada entre nosotros en el seno familiar por cuestiones de partillas y por la necesidad de defender intereses opuestos, antes de cada uno apartarse para proseguir su lucho por la vida.
La mujer podía dedicarse y consagrarse a la familia con un corazón libre, no era esclava de labores obligatorias y preocupaciones materiales. Las tareas familiares y sociales estaban plenamente compartidas, pues permitían a la madre de familia una existencia armoniosa y feliz, y como dice el Padre Cardiel, muy equilibrada. Los bebes estaban totalmente a ellas confiados, tenían en la primera infancia una especie de jardín de niños, después de la entrada a la pubertad comenzaban acompañado a los adultos para los ensayos en la cacería y después la integración a los trabajos comunitarios, una equilibrada distribución del tiempo en el medio familiar permitían a las madres un sereno convivio durante gran parte del día, prácticamente el cuidado del niño era tarea y preocupación colectiva, desde los cinco años de edad, los niños estaban socialmente educados, fue la admiración de los Jesuitas en 1.610 dice CLOVIS LUGON, editora PAZ e TERRA, Rio de Janeiro 1.976. Cuenta que después del desayuno, venían las jovencitas a buscar los niños, los de siete a quince años desayunaban todos juntos, así, con esta racional división de tiempo y trabajo las madres podían dedicarse a las actividades caseras y tejer tranquilamente, al media estaban lista para recibir y restaurar su mundo familiar. Los niños que trabajaban casi nunca regresaban a la casa, tal vez dice el Padre Cardiel, esta forma de distribución de actividades nosotros restablecimos en los regímenes de los colegios.
Es interesante recordar los hábitos alimentares, la mesa era saludable, variada y por sobre todo abundante. Los guaraníes, excelentes cazadores, sólo saboreaban las partes más delicadas y finas de los animales vacunos y pescados les correspondía cuatro a cinco libras de carne por cada familia, en YAPEYU llegaron a faenar 40 bueyes por día. El maíz forma parte de su cultura alimentar, elaborado con leche o en dulce, con la carne y la mandioca, hasta la fecha alimento diario de los paraguayos. Cada familia era abastecida de legumbres, todo el año, por las huertas comunales. Los duraznos, las naranjas, los limones, los higos, conformaban la mesa de todos los miembros de la gran familia. La manzana no se conocía.
La yerba mate (ilex paraguayensi) la bebida que acompañaba todos los alimentos, gracias al mate, el uso de bebidas alcohólicas no hacia parte del mundo guaraní, el consumo de bebidas, que dañaba las costumbres y la vida familiar de otras regiones, que arruinaba la raza era totalmente desconocida en la REPUBLICA DE LOS GARANÍES.
Las mujeres festejaban entre si, no se mezclaban con los hombres, pues, como dice CHARLEVOI en su obra “HISTOIRE DU PARAGUAY” tomo I, pagina 250”, nunca se les permitió, bajo cualquier pretexto, mezclarse con los hombres en las celebraciones públicas. Una separación bastante rigurosa, pero no con la idea de marginación, menosprecio, nivel secundario en los actos públicos, la mujer tenía relevante presencia, pues eran las encargadas de pronunciar los discursos de bienvenidas, que la proferían con mucha naturalidad, muy bien pensado y ante todos los miembros de la comunidad. En los telares, como en los campos, los grupos de mujeres eran dirigidas por mujeres, que ellas libremente elegían, es bueno recordar que el trabajo en el campo de las mujeres era para las cosechas de algodón exclusivamente, los cementarios estaban bajo el exclusivo cuidado de las mujeres, que conservaban todo el año como un magnífico jardín de variadas flores. Las restricciones que se hacen a las madres guaraníes es la incapacidad de ejercer la mínima severidad en relación a los hijos, ni con palabras, el más breve regaño. El amor de esas madres buenas pero muy indulgentes a los ojos de cualquier pedagogo. Los autores están de acuerdo en describir la familia guaraní como muy cordial, amena, calurosa y feliz.
La experiencia detallada en este trabajo, la experiencia fascinante de la cultura familiar de LOS GUARANÍES, muy válidas en estos tiempos en que la a culturización de modelos extraños a la mentalidad y espíritu de este continente moreno, lo foráneo nos invade y nos pisotea, nos maltrata y golpea con incesante regularidad y espantosa certidumbre, la resistencia se hace difícil, la conciencia lucha para sucumbir, pero tenemos la plena convicción que está echado el cimiento de una grandiosa barrera, que si no la elimina por lo menos será una mampara emocional que dificulte el paso fácil y tranquilo.
BIBLIOGRAFIA
- LA REPÚBLICA “COMUNISTA” CRISTIANA DE LOS GUARANÍES, 1610; C. LUGON, 2ª Edición, PAZ e TERRA, Rio de Janeiro, 1976;
- Anónimo, “Realizione breve della República che 1 religiosi gesuiti hanno stabilita… Lugano, 1759, 133 páginas. Contiene la traducción italiana de la “Relaeño Abreviada”, diferentes documentos traducidos del guaraní y el Breve “INMENSA PASTORUM”, del Papa BENTO XIV, sobre el régimen colonial; En la intención de facilitar las investigaciones, se citan obras secundarias, no consultada por nosotros directamente; BACH, Moritz “DI JESUITEN UND IRRE MISSION.CHIQUITOS IN SUDAMERIKA” Leipzing, 1843;
- BERTONI, M.S., “LA CIVILIZACIÓN GUARANI”, Puerto.Bertoni, 1922;
- CONPLAND, Aimé, Munscrite, Archives du College Salvador, Buenos Aires;
- Naturalista francés, viajero curioso, enviado en misión científica en América del Sur por el Museo de Historia Natural de Francia, su curiosidad fue los estudios de las Misiones Guaraníes. Fue preso por el Doctor GASTAR RODRIGUEZ DE GRANCIA, Jefe Supremo del Paraguay, internado nueve años en Santa Maria de la Fé, fue liberado en 1830, y residió en la reducción de San Borja, donde vivió trece años. Amigo y colaborador del Cónego GAY, cura párroco de San Borja, terminó sus días en SANTAN, en 1858. Como Botánico verificó los trabajos del Padre ASPERGER. Sus manuscritos están publicados en Hernández. M. de Moussy utilizó los escritos de BONPLAND, la mayor parte de los manuscritos se extraviaron. Describe con precisión, interés favorable sobre las reducciones y franca simpatía por la obra de los Jesuitas;
- Bourgoing. LES MISSIONS DE L’AMERIQUE, 1654;
- CARDIEL, Padre José, S.J., “BREVE RELACIÓN DE LAS MISIONES DEL PARAGUAY”, pbra escrita en Bolonha, 1770, publicada integralmente en Hernandez, tomo II, páginas 514 y 614. Idem de MORIBUS GUARANIORUM;
- DECLARACIÓN DE LA VERDAD… MISIONES DEL PARAGUAY, escrito en 1758, publicado por Hernández, Buenos Aires en 1900;
- CHARLEVOIX Pierre Francois Xavier de S.J. “HISTOIRE DU PARAGUAY, Paris 1757, 6 tomos, 2.608 páginas, 670 páginas de documentos españoles y franceses. Obra base de C. LUGON, edición en portugués 2ª. Edición, Rio de Janeiro 1976;
- FLORENTIN DE BOURGES. O.F.M. “VOYAGE AUX INDES ORIENTALS PAR LE PARAGUAY, LE CHILI ET LE PEROU”, publicado por los Jesuitas, en 1716 dice el Padre VOUCHET, “es el propio original, es lo que el autor vio con sus propios ojos, el relato precioso, se puede afirmar que es el único testimonio verdaderamente directo, independiente y espontáneo, de la propia época. FLORENTIN, Padre Capuchino, sus testimonios fueron traducidos al español en 1755, como Cartas Edificantes, Tomo IX.;
- SEPP, Padre Antom, S.J. “REISENBESCHREINGUNG… UND KURZER BERICHT DER DENKKWURDIGSTEN SACHEN… etc. NUREMBERG, 1697.
- XARQUE, Dr. FRANCISCO, Insignes Misioneros de la Compañía de Jesús en la Provincia del Paraguay;
- Idem, VIDA PRODIGIOSA… del Venerable Padre Ant. Ruiz de Montoya, Saragoza, 1662.
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