miércoles, 21 de noviembre de 2018
Amada Torres de Llanes
Corría el mes de Noviembre de 1916, en el marco del mar Egeo, la primera guerra mundial, en la fecha 21 del mismo mes se registra el hundimiento del BRITANIC, buque hermano del TITANIC, tras estallar una mina marina, como resultado 29 personas mueren.
En la misma fecha en el otro polo, en la ciudad de Luque – Paraguay, nacía la niña Amada, hija del matrimonio que componían Elisa Vasso y Cristobal Torres, abuelos de este servidor; Luego de algunos años el matrimonio se disuelve y la Abuela Elisa busca otros horizontes, ya con varios hijos, Nena, Beatriz, Chiquita, Celsa ,Bebito y Nenito , se trasladan a la ciudad de Itá, organiza su vida y el crecimiento de los hijos, era eximia costurera, hacía camisas, ropas infantiles y de adultos, ofrecía productos de belleza femenina en el mercado municipal de la citada ciudad, la mayor de las hijas, Amada, cariñosamente llamada de Nena, ayuda y aprende el arte de hilvanar tejidos y sueños, la Nena cumple su sueño y realiza su vida con Martin LLanes, hombre íntegro y laborioso, sastre y artista en la confección de prendas de vestir, tienen sus hijos ,dos nenas y dos varones, pero, esa es otra historia para otro día.
Hoy, es el cumpleaños de mi madre, Nena, al amanecer salgo al patio de la casa y elevo el rostro al cielo, buscando en alguna estrella la presencia materna, la que más y mejor brilla es ella en compañía de dos de sus hijos, Rubén y Teresita de Jesús, y mi padre, el austero, elegante, acompañando en el círculo imaginario de grupos de estrellas, Nena, como siempre, aparece en la memoria de los que aún estamos disfrutando de la experiencia de vivir, Blanca y Oscar, con su sonrisa y su alegría, con su cabellera en perfecto orden, sus dientes blancos y su rostro ameno, tranquila, solidaria, amorosa, de un talento especial para la pintura y el dibujo, distraídamente acompañaba los quehaceres escolares de sus hijos, le agradaba cantar y lo hacía muy bien, las estrellas se van escondiendo y aparece en un cielo azul y muy claro el día, todo el escenario preparado para que Doña Nena tenga su fiesta en la memoria de sus hijos Blanca y este servidor, donde una reunión imaginaria en la vieja casona, en el amplio patio de cuatro enormes plantas de ovenía, una enorme mesa rectangular ricamente adornada de luces y manjares, la familia y los amigos llegaban a compartir el cumpleaños de la primera dama de la casa, deleitándose y festejando la llegada de las comadres y los compadres, los hermanos y hermanas con la sorpresa de la llegada, el patio aún mojado de aguas extraido del viejo pozo, rodeado en su bocal de helechos y un aroma de frescura espectacular, la alegre Mamá Nena, distribuyendo sonrisa y el propio festejo era ella con su albo atuendo, su chispeante presencia que inundaba el ambiente, llegan los músicos, la orquesta de los Hermanos Villalba, y las voces de Abrahan Areco Gómez y Rubén Medina, anunciando que era obsequio de un hermano, sin decir quien, y el patio se transformaba en un hermoso escenario donde reinaba alegría y música, voces e instrumentos musicales con su rico repertorio una cantidad de curiosos, niños y adultos se acomodaban en el portón verde para disfrutar del festivo y bullicioso ambiente, Mamá Nena, atendía a todos con su irradiante generosidad habitual, y su infaltable pregunta, ¿estás bien atendida? , ¿estás contento?, y la fiesta seguía su curso hasta muy tarde y los niños se retiraban cansados y felices.
Así recordamos a la querida Mamá Nena, incansable, alegre, bulliciosa, con miles de comadres, atendía su familia, a Don Martin a la cabeza, laboriosa, desde ordeñar vacas, mojar sus plantas, adoraba las calas, trabajar en su “Singer” sin hora marcada, nada quedaba sin su observación, siempre con amplia y traviesa risa, conocía cada detalle de sus hijos, de las travesuras anónimas que descubría al instante.
Querida Mamá Nena, seguirás viviendo dentro de nosotros con la misma alegría de siempre, te rendimos un modesto homenaje, que quieran los Dioses te entreguen en la…………… divina complacencia y dejamos pétalos de rosas aún mojados de los más lindos recuerdos que perviven y que el legado que nos dejaste la honramos con una vida sin manchas y principios imborrables.-
Desde LAMBARE – PARAGUAY, 21 de noviembre de 2018
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