lunes, 26 de noviembre de 2018

Institucionalidad

El Estado de Derecho exige comportamientos a los gobiernos de turno el respeto sin concesiones de la Constitución Política del Estado, como Carta Magna que dispone su cumplimiento sin dudas ni vacilaciones, el título del presente material viene a tona en virtud de la debilidad y vulnerabilidad del concepto, pues, en todo Estado populista desconoce el respeto que se le debe a la Constitución como instrumento para que el Estado funciones y permita el libre ejercicio de las libertades de los miembros de la sociedad nacional, existen las relaciones entre gobernantes y gobernados que sufren enfrentamientos de intereses que pueden causar violaciones y causales de brotes de autoritarismos y descontrol de la convivencia pacífica, que es el deseo natural de una colectividad que anhela paz y desarrollo, igualdad de oportunidad para todos sus miembros, sin privilegios y prebendas , que requiere el respeto al orden jurídico establecido para el logro de sus metas y objetivos. Estamos en un nuevo tiempo, comenzamos el trajinar con destino al suceso personal y colectivo, cuando el impedimento de estos anhelos es la corrupción reinante en todos los niveles, rompiendo las ataduras del respeto a las normas, causando la zozobra, el temor y el miedo, se tienen los instrumentos válidos para la eliminación y marginación del cáncer social, que ya está invadiendo a todos los órganos del Estado como una maldita patología que contamina y tiende a la desaparición de las instituciones oficiales, su visión más clara la vemos en la Educación, que padece de representantes nada idóneo y peor sin la honorabilidad para el ejercicio de una tarea que dignifique, los docentes están perdiendo la batalla, en todas las esferas de la educación primaria, secundaria y universitaria se siente la maligna presencia de la corrupción . los niños y jóvenes con sus móviles, la indiferencia ante la presencia del Maestro que se ve superado por la tecnología que su escasa remuneración no le permite acceder, la cultura del exitismo es la moda en expansión, cuando las leyes es una molestia, la instituciones son meros señales sin importancia, cuando se alcanza el éxito sin importar el método empleado, cuando las instituciones del Estado es una barrera que se debe transponer para los logros que se pretende, los partidos políticos ya no son muestras de honorabilidad y representación de las clases que dejaron de ser nacionales que exigen una vida mejor los políticos abandonaron su principal cometido la del servicio a la comunidad, de nada sirven las buenas enseñanzas del viejo mundo sobre que es el ejercicio de la representatividad de los miembros de la sociedad nacional, cuando la clase política es un sector de privilegiados, resultantes de abominables listas sometidas a la voluntad del pueblo, de valores financieros tales que permiten obtener un espacio en un Poder del Estado, la retórica de la división de poderes, tienen como mérito el de ser la causal de la ausencia de la institucionalidad en el Estado de Derecho, el Poder Legislativo imponiendo sus intereses personales sobre el soberano razonamiento de los miembros del Poder Judicial, que dejó de ser carrera para ser un transitorio empleo subordinado a otro Poder de la maquina administrativa del Estado. Por lo expuesto, la Institucionalidad dentro del Estado de Derecho , será más fuerte o débil, más avanzada o en retroceso , cuanto más eficientes sean las normativas que se aplican, cuanto menos distorsiones se verifiquen en las regulaciones y resoluciones , los procesos son las herramientas para guiar la conducta de los habitantes de la República, donde están implícitas la transparencia predicibilidad y la generalidad, respetar la Institucionalidad es fruto de una sociedad madura, patriótica y educada.- Desde LAMBARE – PARAGUAY, 26 de noviembre de 2018.-

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