lunes, 25 de mayo de 2020

Seguridad Nacional

En este tiempo de incertidumbre, de nubarrones políticos, de amenazas al orden democrático existentes o en demandas, ante un cuadro social quebrantado, rodeados de una retórica que confunde y daña la opinión pública, nos encontramos ante un inminente peligro perder la libertad de prensa, que por cuestiones de sobrevivencia se está prostituyendo, obligan a manipular a sus seguidores que aún creen que no están contaminados, los vientos soplan de derecha a izquierda y viceversa, los poderes de los Estados están debilitados, cansados, corruptos, viven en un enmarañado de duplicidades, entre la delincuencia y la transparencia, es un cuadro desolador, ya no sabemos nada y no entendemos nada, los buenos se auto marginan y los malos ocupan sus lugares, ya decía Rui Barbosa, político brasileño, una de las más excelsas figuras del derecho brasileño y la política de fin del siglo XIX y parte del XX, “ Da vergüenza de ser honesto ante tanta maldad”. Estamos compartiendo en una tertulia imaginaria, con presencia de gente que sabe y opinan sin mordazas, que cultivan el sistema democrático como el mejor, que la creatividad humana y el derecho se unieron para dar vida a una idea, que prosperó a pesar de sufrir terribles golpes de los que sueñan con un mundo igualitario alimentando el anarquismo para lograr objetivos perversos, destruir lo que aún falta perfeccionar, donde se deliberan sobre perspectivas maduras, sanas, patrióticas, la tertulia imaginaria existe y ejerce un gran poder en su seno, en el círculo diminuto de su propia familia, allí donde se piensa bajo principios. En estas tertulias surge la idea de aumentar la circunferencia de sueños, anhelos, socializar prevenciones, evitar los contagios y vacunar los elementos negativos para inmunizar el organismo. Aquí una moción muy discutida en los medios académicos, periodísticos, empresariales, estudiantiles, la del complejo fenómeno de la Seguridad Nacional. La Seguridad Nacional en el lenguaje común es una dependencia vinculada a la política interior y exterior de los Estados, tiene según el concepto popular la aureola de inteligencia policial, militar, como un cuerpo de investigación de los quehaceres de la población, que utiliza mecanismos nocivos a la convivencia sana, este criterio es falso, es irreal, es lo utilizado por las dictaduras y los Estados fuera del orden jurídico normal, es algo negativo por lo tanto. La Seguridad Nacional, debe ser un órgano del Estado con derechos y obligaciones, con elevado profesionalismo, nada tiene que ver con “investigaciones policiales” y agentes de las dictaduras, debe ser una dependencia con directrices definidas, ejercicio en áreas específicas de la soberanía nacional, criterios, objetivos y estrategias para preservar los bienes y patrimonios del Estado, la seguridad de sus materias primas estratégicas, como México y el Petróleo, Israel y sus fronteras geográficas, Palestina y sus objetivos , sus propósitos al alcance de una ideología sin preconceptos y sin fanatismos, Paraguay y la energía eléctrica, Brasil y sus riquezas naturales y así sucesivamente, la Seguridad Nacional debe ser un estudio minucioso de la realidad nacional sin intervención de partidos políticos ni de “ideologías” nefastas, es prevención ante daños a la economía nacional, a la industria, al sistema de instrucción nacional, a la seguridad jurídica del trabajo, a la creación de un sistema nacional de convivencia civilizada en el marco del respeto mutuo, de principios éticos innegociables, la formación de un verdadero sistema nacional de seguridad, de protección, de acompañamiento de los probables intereses políticos que surjan en el ámbito de la jurisdicción nacional, cuyos análisis son direccionar a los tres poderes del Estado como recomendaciones y acciones pertinentes, es lo que consideramos armas de un Estado de Derecho y perennidad del propio sujeto de derecho público interno y externo.

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