martes, 2 de octubre de 2018

El Valor de la Imagen

La entrega del presente material hace referencia a la IMAGEN, como la exposición material, visible, del sujeto en el marco de una sociedad atenta a la conducta del mismo, su presencia, su estilo, su marca, siendo de una importancia fundamental del cuidado que toda persona debe tener sobre este valor que determina la personalidad y el grado de conceptuación en el seno de una sociedad exigente, inflexible, cuya sanción se refleja en la aceptación o rechazo al mismo, es de tal importancia y cuidado, de tener plena convicción que se conquista en el quehacer diario, puliendo en cada acción realizada, es recomendable que en el medio familiar se cultive, se proyecte, se fije como un fenómeno adherido a la personalidad, cada profesión tiene su forma, su modo, su tendencia, cada quien elabora su propio código de acuerdo a las reglas generales que dicta la observación social al respecto. Cada grupo profesional emite las proyecciones en cuanto a la imagen de sus miembros, los políticos y los profesionales del derecho tienen un carácter extensivo, se recomienda en el foro intimo que cada uno realice un análisis y auto critica pertinente de exhibir ante el cuerpo social su mejor imagen, elaborada, cuidada, pulida, que se le otorgue fehacientemente un elemento que lo distingue y que la consideración superlativa sobre la personalidad es un algo que se suma a la persona como una parte fija de la personalidad. En relación al grupo político es lo más difícil de determinar, pues, el individuo se pierde en lo colectivo, como la imagen colectiva es muy ruin se hace que lo individual debe reforzar el esfuerzo a los efectos de que el valor colectivo se transforme en la consideración general, el político debe por principio de su actividad de servicio social, de la supuesta donación de su tiempo al bienestar general, olvida que todas las visiones están puestas en su figura, tenemos ejemplos que marcan su presencia de bondad o de maleficio, de santidad o demoníaca, un Gandhi se ganó el respeto y la consideración gracias a la imagen proyectada de persona de bien, caso contrario Hitler, como el símbolo de la maldad y la destrucción, la historia lo registra como la más terrible demostración de la carencia absoluta de magnanimidad y bondad. En todas las profesiones que se surten de la imagen de las personas para su reconocimiento o su condenación, deberían tener desde las instituciones de enseñanzas lecciones específicas sobre el valor de referencia, su permanencia en la conceptuación y la facilidad con que se pierde el valor, basta un pequeño resbalón para lo conservado se evapore en pocos instantes, guardar con los gestos renovados cada línea del perfil que la sociedad le exige, la importancia del crecimiento personal y profesional, el alcance de la consolidación de la actividad desarrollada, la confianza que inspira en el diario vivir nos indica el significado y el beneficio de una buena imagen, cuando se trata de una imagen sincera sin dobleces, sin nada postizo que demuestre la fragilidad y la vulnerabilidad de los valores endebles que se desmoronan a la primera prueba. Las profesiones que se manejan en contacto directo con personas hacen que la tarea de una buena imagen se hace difícil, su práctica es natural, es disciplina continua sin la presencia de nadie y en la oscuridad.- Desde LAMBARE – PARAGUAY, 1 de octubre de 2018

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