domingo, 29 de marzo de 2020
Corona Virus Fobico
En esta época de pandemia, de ansiedad colectiva, de detención domiciliar obligatoria, es comentario generalizado, la vida intrafamiliar en crisis, con los comportamientos restringidos el ambiente se vuelve insoportable, las reacciones son complejas, todos se alteran con el primer mal uso de alguna palabra, un gesto, se trata de una familia de seis miembros, la pareja, marido y mujer, tres hijos adultos universitarios, un pariente de visita ocasional, este es el cuadro de la familia en cuarentena, cada quien lleva la reclusión a su modo y habilidad, en la sala reina el silencio todos con sus celulares, cuando alguien tiene la desdicha de proponer un tema todos en unísono manda callar la boca, y eso va creciendo creando un ambiente de crisis mayor, uno de los muchachos se encargó voluntariamente de hacer las compras necesarias para la casa, a los efectos de preservar los ancianos en la edad de vulnerabilidad riesgosa, esta observación dará tranquilidad al emisor, pues, el ambiente es de pre explosión, cada un comentando lo que cree de utilidad para el grupo, el consuelo que en otras geografías la situación es peor, “mal ajeno consuelo de tonto “, dice el refrán, los mensajes religiosos que en nada contribuyen, los chistes lleno de humor y de imaginación, de una creatividad extraordinaria, de repente nos encontramos por los corredores con los rostros de acidez pronunciada, con los cabellos en desaliño, las ropas que no mudan con regular higiene, ninguna persona usa el teléfono para comunicarse y saber del pariente, de los hermanos, de los vecinos, el sacerdote pidiendo en altavoces callejeros contribuciones que todo el barrio considera de mal gusto, que debería aprovechar, eso sí, de bajar de peso, disminuir su abultado abdomen y el redoblado cuello, una figura patética y de generosa personalidad, persona con chispas de humor y talento, los vendedores ambulantes sin ningún ingenio resulta desagradable y no acepta recomendaciones, alega que su pobreza no le permite quedarse en casa alguien tiene que llevar el sustento familiar.
Lo más curioso es descubrir las personalidades individuales de las personas, que al descubierto se vuelven alterada , ansiosa, todo le resulta desagradable, quiere salir pero no es permitido por las autoridades, la obstrucción de su libertad le molesta, su individualidad deshecha, la lejana paciencia se perdió, no encuentra una actividad que le agrade.
El papel de la prensa es insoportable, el monotemático de los especialistas, las comunicaciones y las estadísticas irritantes, es la desinformación plena, el culto a lo perverso y ocupan 24 horas de espacios trágicos, las reiteradas recomendaciones, la desinformación es la información excesiva, no se tiene esparcimiento, espacios de cultura en general, solo críticas al gobierno de turno, “que de derecha , que de izquierda”, hacinamientos, violaciones a las normas, con materiales de hospitales de China con escenarios que cansa y desanima, si desligas el aparato reina el silencio asustador, radio con sus noticias que aparecen en los diarios, la televisión y sus especialistas vanidosos, estrellas fugaces, la familia en ansiedad multiplicada, stress absoluto, lecturas que no se aprovecha, comentarios que nadie escucha, abre un tema y cada quien se levanta y desaparece, señores de la prensa tenga piedad de los Coronavirus fóbicos, seres humanos al borde del colapso, la psiquiatría en auge,, dejan a la sociedad quebrada, a la vecindad en enojo, sería bueno reglamentar la prensa sin restringir la libertad, pero con responsabilidad por el bien de la salud colectiva.-
Desde LAMBARE – PARAGUAY, 29 de marzo de 2020.-
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