sábado, 24 de enero de 2009

A TODOS MIS AMIGOS Y AMIGAS

A TODOS MIS AMIGOS Y AMIGAS




Estimados amigos y distinguidas amigas



Como todos los años me complace en enviar estas reflexiones, apropiado tengo el escenario, estoy recostado en mi viejo “yvapvó”,a la sombra de la propia historia en el patio de mis recuerdos y en el incomparable aroma de jazmín que cubre todo el ambiente de nostalgia de mi alma, veo personajes de infancia, gallinas jugueteando bajo el añejo higo, el envejecido boxer con su rostro cubierto de canas ensayando descanso para su agitada existencia, un cielo azul infinito en extensión y belleza, mi “yvapvó”, reverdecido e imponente, su majestuosidad es impresionante, la brisa que emana parece aliento que recorre el cuerpo, mis ojos cerrados en su interior de remembranzas múltiples donde desfilan rostros, figuras y voces de mis amigos y amigas que algunos solo pueblan mi memoria y otros que comparten mi vida y el sentido a la esencia concreta de la vida, con sus sueños, sus tristezas, sus devaneos, sus alegrías , sus logros , sus frustraciones, sus ilusiones por concretar y sus anhelos por cumplir.

Recordados amigos y amigas, ya saben que deseo lo mejor para Ustedes, quiero que disfruten de los logros en el trabajo, en la familia, que acumulen triunfos, que sepan superar los obstáculos, que vivan la intensidad del día a día, que vean en el rostro de los más cercanos luz y esplendor, acariciar con la mirada suavemente la felicidad de saber que tenemos amigos y amigas para todos los embates, que no tenemos reservas mentales entre nosotros, aunque no los vea con frecuencia viven en el lado más sensible
del yo intimo, que da regocijo y sones de trompetas en el alma, creando una deliciosa sensación de plenitud y de frescura permanente en el ser, que rememoramos juntos anécdotas, tropiezos, nos levantamos y nos sacudimos para que los molestos polvos de la impertinencia se aparten por siempre.

2009 llega con su alforja de esperanza y se distribuye entre nosotros como presentes y regalos de la generosa vida, sepamos compartir la alegría y la dicha de saber que aún la ruta tiene un largo trecho por cubrir, con prudencia, con obstinada perseverancia, con
tolerancia a los simples gestos o ademanes sutiles que no llegamos a entender los significados, de abrazar con efusividad y que sienta en el alma el toque de sinceridad que existe entre nosotros, entregar con las manos extendidas la gracia de captar este
homenaje que rindo a los amigos y amigas el que está distante y del que siento la agradable presencia siempre placentera de encontrar y reverlos con la risa estampada en este moreno rostro que esconde su infantil travesura con discreta madurez, ya que con ella también entrego mi redoblada gratitud de ser su amigo y amiga.

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