miércoles, 16 de octubre de 2013
RENOVACION ESPERANZADORA
La República del Paraguay inaugura nuevo Gobierno, su conductor es el empresario Horacio Cartes, joven, emprendedor, firme, buen negociador con ánimo de intercambiar voluntades contradictorias, tiene el apoyo de una gran Asociación Partidaria, el centenario Partido Colorado, con luces y sombras, de cuño ruralista, de origen popular y de gran ascendencia en la ciudadanía paraguaya, que sus seguidores son de sorprendente fidelidad que lo coloca siempre a la cabeza de la institucionalidad del juego democrático de la República, es en el Paraguay una referencia, muchos critican su cercanía con el Stronismo, otros aplauden su capacidad de adaptación a los movimientos modernos, su capacidad de ejercer las redes del gobierno.
El Paraguay que recibe el nuevo conductor es exigente, no se deja avasallar, es orgulloso de su estirpe y de su monumento mayor, el guaraní, que sus miembros la manejan con maestría y con flexibilidad, que lo hace siempre renovado y revolucionario, su filosofía “ El Estado al servicio del Hombre”, en democracia y libertad, el pueblo ya no se deja llevar por espejismo ni por lirismos embriagadores, ya conoce las retóricas utópicas de políticos ultrapasados y progresistas que nublan una parte del continente, con su relampagueante rayos de ideas que no se afincaron en el Este Europeo , dejando huellas de tristezas y multiplicadas pobrezas, fruto de mentiras acumuladas y cercenamiento de las libertades en sus diversos matices.
La tarea a enfrentar es difícil, ardua batalla le espera, un club ideológico domina la entidad multilateral subregional denominada MERCOSUR, con el ingreso irregular del miembro ya conocido y que ocupa arbitrariamente la Presidencia de la entidad, que la sociedad paraguaya no acepta ni reconoce, permitirla hoy sería pisotear nuestra propia historia, tenemos el sello de la Triple Alianza Siglo XXI en el alma, que duele, que molesta, que maltrata y ultraja el espíritu de todo paraguayo.
En todos los segmentos se espera las directrices, con el consenso anticipado de un electorado monolítico y de gran envergadura, las vertientes sociales proponen y esperan resultados, los nuevos administradores de la patria tienen un compromiso de extinguir males que dañan la imagen del Estado, la solución de viejos problemas, dinamizar los sectores que se encuentran vigorosos, que ocupan espacios logrados con determinación y patriotismo, mejorar lo que está dificultando el sano crecimiento del desarrollo humano, que debe ser ampliado y consolidado, la búsqueda del bienestar colectivo no es simple rotulo es compromiso con la nación, todos esperan el estadio de un Paraguay con igualdad de oportunidad para todos, el acceso a la modernidad, a una educación sobresaliente y la protección sanitaria y social ampliada para todos sus hijos.
En las relaciones internacionales se espera una conducción responsable, manejada por profesionales preparados para el menester específico, con herramientas apropiadas para ejercer el oficio con destreza, con el bisturí de la experiencia y la serenidad de quien conoce su oficio, ocupar los escenarios con madurez sin soberbia, con altivez y sin complejos, queremos un PARAGUAY dueño de su espacio y reconocimiento de sus pares, que el pueblo tenga orgullo de sus gobernantes, reconociendo que vendrán tempestades , que se sabrá sortear y llegar al éxito con sencillez y satisfecho del deber cumplido, es el deseo de la nación paraguaya, aquellos carentes y que no posean el oficio no se presenten ni disputen espacio, decir no a la improvisación.
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