miércoles, 16 de octubre de 2013
TRILOGIA DE LA JUVENTUD
La revista NEWSWEEK, en español, en un excelente material que firma Helena Lozano Galarza, nos alerta sobre un tema común y de enorme importancia, inclusive la propia oficina regional del Fondo de Población de las Naciones Unidas, cuya asesora regional en genero y juventud, Ana Elena Badilla, informó en una entrevista con la citada revista, que “invertir en la juventud no solo es necesario, sino indispensable, para poder promover mayor cohesión social y lograr el desarrollo económico y la reducción de la pobreza”.
Las juventudes en nuestro continente son los segmentos que se encuentran entre dos actores demográficos de relevante importancia, el adolescente y la adultez, los jóvenes están en fase de transición de la fase productiva, entre los quince y treinta años, que a cada día crece con asustadora rapidez, aumentando la población inactiva, pues disminuye la mortalidad infantil y aumenta la tercera edad, o sea el margen de los sesenta años.
La recomendación de la experta de Naciones Unidas, que señalamos antes, los hace saber de un índice también muy ilustrativa, que en la presente década una de cada diez personas hoy los adultos mayores llegan a los sesenta años, que en 2050 en América Latina y El Caribe será una de cada cuatro personas, lo que nos avisa que en el futuro será mucho más difícil sostener a una población anciana en virtud de los costos de pensiones, jubilaciones, cuidados y salud además de las enfermedades crónicas y degenerativas.
En el concepto de la ONU señalar que la juventud necesita la acelerada atención de los Estados de la región en visibilizar a los jóvenes y garanticen los derechos humanos e inclusión, incentiva la creación de políticas apropiadas para los mismos, considerar las prioridades de la construcción de una sociedad con acceso a la educación, la salud y la igualdad de oportunidades al empleo, visualizar a los jóvenes como individuos y entes sociales que todos pasamos y proyectamos un modelo de vida y de metas, el desarrollo personal y colectivo.
La articulista se lamenta que en la región no existen suficientes políticas y programas para el desarrollo de la juventud que estén vigentes, afirmando a su vez, que “hay buenas prácticas pero sin estar focalizados y sean sostenibles, con ámbito de acción reducido, necesitamos más y más”.
Las Naciones Unidas nos indica la TRILOGIA DE LA “E”, Educación, Embarazo Adolescente y Empleo, esta triada es de alarmar y representa los mayores retos, a los efectos de lograr un desarrollo adecuado de las sociedades tan vulnerables como nuestra región y el Caribe, cuya meta es sin duda la disminución de la pobreza.
EDUCACION: Este capítulo se debe analizar la deserción escolar, la experta de la ONU Ana Badilla, señala la falta de pertinencia, ausencia de integración, la falta de programas que respondan a la realidad familiar, social, económica, cultural y política que los jóvenes enfrentan, explicando que los jóvenes no encuentran en el sistema educativo relevancia y que no aportan nada que los motive
EMPLEO: Los jóvenes no encuentran un empleo que la Organización Internacional del Trabajo (OTI) califica como “decente”, las dificultades son enormes para el ingreso al mercado laboral en virtud de las escasas opciones y la mayor exigencia del empleador el de la “falta de experiencia”, los jóvenes no tienen experiencia es obvio, eso nos lleva a implementar capacitaciones y la fase de aprendiz tan precario en nuestro continente.
EMBARAZO: La tercera variable anunciada, es la gran cantidad de mujeres jóvenes en esta etapa, en especial las que se encuentran en las condiciones de extrema pobreza y carecen de programas educativos para la sexualidad y la reproducción, por la presencia de valores religiosos que infunden el miedo a este modelo de educación, las mujeres no van a la escuela y por lo tanto sus hijos también no irán, formando un circulo de pobreza aumentando el circulo, en la esfera de la reproducción generacional de la pobreza.
Estas tres vertientes están vinculadas fuertemente de ahí la necesidad de que los gobernantes antes de la región aborden con celeridad estrategias y modelos de solución para el problema, ya angustiante. Afirma la experta Badilla.
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