martes, 19 de febrero de 2013

MI HOMENAJE A DON LUIS PAULINO MORA MORA

El domingo 17 de Febrero último, una noticia impacta el alma en la quietud de la noche, la noticia directa, sin retoque, choca y provoca incertidumbre, será verdad?, algún equivoco? Certifico la fuente y la realidad se impone, esta nota afecta el espíritu y maltrata el entendimiento, muchos recuerdos invaden la mente que se cubre de memorias que marcaron una cercanía con el hoy fallecido amigo, quien dispensara a este seguro servidor, una cordialidad sin límites, una atención funcional como nunca haya recibido de una autoridad de tanto rango, Presidente de uno de los Poderes de la República de Costa Rica, órgano técnico por excelencia, autónomo y de gran valor social en la confianza y la responsabilidad ante la nación, el Poder Judicial.. En breves minutos se hace nacional e internacional la información, se destaca la figura señera de este caballero sin mácula, hombre de derecho, justo e imparcial, afable y sonriente, ameno como nadie, receptivo y humano, me brindó su amistad silenciosa y anónima, tuvimos encuentros constantes en su sobrio gabinete, sin horas marcadas, sin agenda establecida, era visita de un colega docente a otro docente, sabio y sereno, nos entreteníamos con las anécdotas de nuestros orígenes, como personas de carácter rural , él de Puriscal, contando detalles de sus amigos de antaño, los personajes del lugar, la complicidad de la vendedora de productos que dañaba su salud, pero que le causaba placer y cierta travesura el hecho de burlar el cuidado de la familia que controlaba sus visitas prohibidas, insistía en reiterar las anécdotas de mi natal Itá, en Paraguay, mi Escuela Nº 89 . “República del Costa Rica”, donde aprendí a reverenciar también, además, del Himno Nacional Paraguayo el Himno Nacional de Costa Rica, que cantábamos bajo la batuta de la Profesora Chiquita Dolsa, durante toda la primaria, con la presencia altiva y flameante de los símbolos nacionales de Paraguay y Costa Rica, en esa tertulia de amigos, en un sin fin de curiosidades respectivas desgranábamos ideas, pensamientos, establecíamos proyectos que se esfumaban al concluir la visita, dejando una sensación de paz interior, de equilibrio emocional y de contentamiento del alma, así era el colega y amigo, Don Luis Paulino, el no aceptaba el título de Doctor, le honraba mucho el de Maestro y la amistad de un Ministro de la Corte Suprema de Justicia del Paraguay, Profesor Raul Torres Kinzer, gracias a este colega de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Asunción, fui incorporado a sus aprecios personales y el privilegio de una convivencia intelectual incomparable, disfruté al máximo de sus enseñanzas, de sus vivencias, de su vocación jurídica y su entrañable amor al Derecho, compartíamos inquietudes académicas, soñábamos con los nuevos rumbos de la convivencia entre la política y el derecho, los nuevos desafíos, las nuevas barreras que se presentaban y como sortearlas, buscar experiencias y logros de otras geografías, con singular mansedumbre me recibía y el efusivo abrazo de siempre, su frase predilecta “ como esta el valiente pueblo guaraní , me diga algunas palabras en este idioma que me suena a selvas y ríos” y seguidamente una expresión de afecto y curiosidad permanente por la familia, que valga la ocasión, nunca se conocieron , pues, las visitas se limitaban al solemne espacio de la Presidencia del Poder Judicial. Estos registros hilvanados y cargados de recuerdos, que guardaré en el cofre de mis memorias más caras, es una forma de rendir homenaje al amigo, al colega, al Maestro, donde uníamos diferencias geográficas con el habitual afecto de este hombre bueno, transparente y gentil con este forastero.- San José, Costa Rica, 19 de febrero de 2013

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