lunes, 18 de febrero de 2013

RELACIONES INTERNACIONALES

El inicio de las actividades académicas en las Universidades Públicas y Privadas del país, se me acercan los alumnos de la carrera de Relaciones Internacionales, a nivel de licenciatura, con apremios y repletos de incógnitas, existe mercado laboral y que perspectiva se observa en el ambiente, cual su esfera de acción y la sociedad esta apta para recurrir a una especialidad que fácilmente se confunde con la actividad diplomática, genero totalmente diferente, pues, esta se reserva eminentemente al campo público de una Secretaría de Estado que es el órgano rector y emisor de sus directrices en la administración externa del Estado. Considero que la licenciatura en Relaciones Internacionales, en un mundo globalizado viene a completar con la formación especializada en los diferentes contenidos de la carrera, para satisfacer los requerimientos de entes públicos y privados, con la seguridad de que prestará servicios de elevado nivel profesional en el campo de las relaciones bilaterales y multilaterales, los requerimientos son variados en todos los renglones de la actividad humana, sea esta de carácter comercial, empresarial, bancaria, servicios varios, en las diversas interacciones del mundo financiero evitando la delincuencia que generalmente produce la improvisación y el desconocimiento del tema, es muy recomendable que tengamos conciencia y apoyemos la intervención de estos especialistas en las variadas gestiones públicas y privadas, en el poder legislativo se siente una enorme necesidad de tener esta asesoría en los cuadros de las diversas comisiones, pues, el especialista tiene real conocimiento del funcionamiento de un órgano que dejó de ser parroquial para estar inserido en el mundo de las relaciones bi y multilaterales y se requiere la presencia de un conocedor de las reglas básicas de la negociación, de la presentación de un proyecto que la nación exige de sus representantes en los foros políticos y económicos de la actualidad internacional tan entrelazados, tan incluyentes, donde los intereses mutuos son más que perentorios y de un manejo de la información en un tiempo de celeridad incontrolable, donde la diplomacia tradicional se está reformando en su sentido filosófico para cumplir con su cometido universal, de preservar la paz, fomentar el intercambio de intereses y culturas, evitar la guerra, impulsar el comercio y satisfacer las necesidades básicas para eliminar la pobreza y el desempleo. En este tiempo las Facultades de Relaciones Internacionales ya se convirtieron en entidades autónomas, desligándose de integrar la carrera de Ciencias Políticas, o ser meramente un apéndice de la carrera de Derecho o Sociología, que son sí complementos necesarios para la formación integral del profesional en Relaciones Internacionales, que no puede ignorar las otras ciencias sociales cercanas, inclusive, recomendaría un estudio serio y formal en el pensum la inclusión de Psicología Social, por la variedad de cultura e intercambio de personas de diferentes orígenes y creencias, en un flujo intenso de movilidad permanente, encuentro de culturas políticas y económicas tan dispares y asimétricas, disputando mercados y búsqueda de nuevos aprendizajes para enriquecer comunidades y vecinos tan distantes con los mismos sueños, anhelos y proyectos de superación y el ansiado logro de la felicidad. Es estimulante para un docente entrar en clase y encontrar alumnos de distantes geografías, con sus rostros ávidos de aprender y conocer nuevas realidades, nuevos lenguajes, nuevas experiencias, sin conflictos ni confrontaciones y sí en un marco de respeto mutuo de solidaria ayuda en las necesidades académicas que van surgiendo durante el período escolar compartido, y que se consolida día a día, es la mejor forma de crear un mundo de fraternal encuentro y la mejor forma de compartir cultura y pensamientos tan similares, tan iguales, con personas que dejan familias, geografías, intimidades, sabores y creencias para trasladarse a un mundo que no le sea hostil ni excluyente, por color, raza u opción de cualquier naturaleza, formar una nueva familia enmarcada nada más que por el afecto, donde se prueba el rasgo natural del hombre de que las diferencias son para unirnos y no separarnos. Aplaudo a los futuros especialistas en Relaciones Internacionales por tener el alma abierta a un nuevo tiempo e intervenir con su talento y creatividad para hacer con que el mundo de las diferencias se vuelvan menos agresivas y se formen lazos perennes de amistad y fraternidad entre todos los pueblos, hermanados en el saber y el conocimiento, como verdaderos instrumentos de paz, de amor, de cordialidad permanente y recuerdos de una experiencia imborrable. San José, Costa Rica, 23 de enero de 2013

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